Alerta de consumo: llenar el depósito del coche mañana será más caro
Llenar el depósito del coche costará hasta ocho euros más en enero al aplicarse dos subidas de impuestos sobre el precio de la gasolina y el diésel
Llega el año nuevo y con él la conocida como cuesta de enero. En 2019 se encarecen algunos peajes, el IBI sube en 728 municipios y aumenta el precio de los billetes de media distancia. Además, a esto se le suma el combustible: llenar el depósito del coche será hasta ocho euros más caro en 2019.
Esto se debe a que en el año nuevo se acometen dos subidas de los carburantes. Una la aprobó Mariano Rajoy cuando era presidente en sus presupuestos de 2018, y la otra la ha anunciado el actual Gobierno de Pedro Sánchez.
Las alzas en el precio dependerán de la comunidad autónoma, por lo que no se va a notar el aumento de manera similar en todas las regiones. Así, la medida de Cristóbal Montoro consiste en derogar el Tramo Autonómico del Impuesto sobre Hidrocarburos.
Este permitía que cada comunidad autónoma aplicara un impuesto de hasta 4,8 céntimos por litro de combustible. Sin embargo, las diferencias entre autonomías producían un efecto frontera.
Unido a que Bruselas no apoya la fórmula hizo que la medida se integrara en el tipo estatal especial. Esto provocará un alza de la gasolina y del gasóleo en aquellas comunidades autónomas con tipos más bajos. Es decir, se trata de igualar al alza el precio de la gasolina y el diésel en las distintas regiones.
Las comunidades que más subida tendrán serán País Vasco, Cantabria, Castilla y León, La Rioja y Navarra
La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) asegura que es una buena noticia que se armonicen los precios por comunidades porque existía «una competencia artificial en cuanto a precio solo por los distintos impuestos».
Sin embargo, lamentan que esta igualación sea al alza. «Una subida de impuestos nos parece mal, representan casi la mitad de precio al público de los carburantes». Así, denuncian que las ventas en las estaciones de servicio han ido cayendo a unos 2,4 millones de litros por establecimiento al año, cuando lo normal sería por encima de tres.
Así, el impuesto sube 4,8 céntimos por litro en País Vasco, Cantabria, Castilla y León, La Rioja y Navarra que eran las comunidades que decidieron no aplicarlo en su momento.
En el caso de Madrid, el aumento es de 3,1 céntimos por litro; frente a los 2,4 de Aragón; un céntimo en Extremadura; y 0,8 céntimos en Asturias. «El que tenga alternativas probablemente utilizará menos el coche y el que no tenga otra opción seguirá usándolo pese a la subida», comentan fuentes de CEES.
Medidas de Pedro Sánchez
A esta subida se le suma la anunciada por el Gobierno de Sánchez. En este caso consiste en equiparar el diésel a la gasolina. Como este es más barato que la gasolina, supondrá un alza del impuesto al gasóleo de cerca del 37,9 céntimos por litro a 47,269 que sube la gasolina. De nuevo se trata de igualar al alza.
El precio aumentará 14,169 céntimos el litro en Cantabria, Navarra, País Vasco, Castilla y León y La Rioja. En el caso de Madrid será de 12,469 y en Aragón de 11,769 céntimos el litro.
También se encarece en Extremadura, que tendrá que subir el coste 10,329 céntimos el litro, mientras que Asturias lo hará 10,169. Por último, en Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia, Murcia y Valencia crecerá 9,369 céntimos el litro.
Según la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la subida de este impuesto al diésel tendá un coste de 3,3 euros al mes para el consumidor medio -aquel que haga 15.000 kilómetros al año-, según los cálculos del Ejecutivo. La subida se hará en dos etapas. Según el Ejecutivo, la igualación total costará a los contribuyentes 2.140 millones.
Así, las dos alzas de impuestos supondrán una subida de entre más de nueve céntimos y más de 14 céntimos por litro, según la comunidad autónoma. En total, hasta ocho euros por llenar un depósito de 55 litros.
Sobre este encarecimiento hay que tener en cuenta, además, la evolución natural del precio de los carburantes y el posible repunte del dólar frente al euro que influye en el coste de la materia prima.