Otro bandazo: Sánchez recula con el fin del diésel en 2040

El Gobierno de Pedro Sánchez cambia de parecer ante su medida estrella en la de Ley de Cambio Climático. El texto, que a priori incluirá la prohibición de los coches de gasolina, diésel e híbridos en 2040, ha sido reducido este lunes a un mero “debate” por parte de la ministra de Industria, Reyes Maroto. 

El Ejecutivo se abre a revisar sus posiciones maximalistas antes los ataques continuos desde diferentes sectores económicos, que se verían afectados por las medidas que se incluyen en el polémico texto. 

Así lo ha evidenció la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que estaba acompañada por la también ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. En una jornada de la Asociación de Operadores Petrolíferos (AOP), ambas matizaron que la propuesta de Ley de Cambio Climático es “una propuesta para empezar a trabajar”.

Las palabras de las ministras se producen apenas dos semanas después de que Sánchez defendiera la prohibición en 2040. «Tenemos que ser valientes en todo lo que tenga que ver con el cambio climático», dijo en los pasillos del Congreso.

Maroto y Ribera, bajo la atenta mirada del lobby energético, enfatizaron en que “no es un texto definitivo”, sino un mero «debate», por lo que se muestran dispuestas a negociarlo con las industrias implicadas, así como con el resto de partidos políticos.

¿Y el fin de circulación para 2050?

Esto supone un cambio sustancial respecto a la primera postura, fijada hace dos semanas, cuando el Gobierno se marcó 2040 como meta para prohibir la matriculación y venta de vehículos diésel y gasolina. 

El Gobierno tiene la intención de que 10 años más tarde, en 2050, estos vehículos tampoco puedan circular. El objetivo, que ahora parece lejano, estaba claro: que en las ciudades y carreteras españolas, solo podrá haber coches eléctricos o propulsados por energías 100% limpias.