De Paypal a Marte: las locuras de Elon Musk antes y después de Tesla
El líder de Tesla izó su carrera tras una suma de decisiones abruptas, desde abandonar la universidad hasta construir cohetes espaciales
El último episodio en la saga de Elon Musk puede ser uno de los más disparatados de su biografía, pero está lejos de ser el único. La historia del fundador de Tesla está llena de decisiones trascendentes que se toman con la cabeza caliente, imprudencias en directo y a todo color, y giros a última hora que sorprenden a los mercados, como la sugerencia de sacar de bolsa a su fabricante de coches eléctricos, que sembró la alarma en Wall Street a mediados de esta semana.
La nueva tesis de Musk es que Tesla debe convertirse en una empresa privada para evitar la volatilidad de los mercados y la presión de los resultados trimestrales. En una serie de tuits el fundador y consejero delegado de la compañía informó de que ofrecerá 420 dólares (poco más de 360 euros) por acción a quienes deseen vender su participación, para dar con una valoración de 82.000 millones de dólares (unos 70.000 millones de euros).
Los mensajes de Elon Musk en Twitter protagonizaron otra jornada volátil para Tesla en bolsa. El primer tuit se publicó a mediodía del miércoles y cuatro horas después Tesla cerró su cotización con un 10% más del valor, pese a que la decisión de privatizar la compañía todavía debe ser avalada por los accionistas. Una vez más el espíritu veleidoso del empresario se impuso entre sus más fervientes críticos y sus fieles seguidores.
No obstante, en retrospectiva, la noticia de esta semana es otra más en una larga lista de un empresario que ha hecho de la suma de decisiones abruptas su carrera.
La bolsa salvó a Tesla
«Gastaré cada dólar que tengo en estas compañías. Si es necesario mudarnos al sótano de los padres de mi esposa, lo haremos». Musk pudo haber dicho esa frase en cualquiera de sus días del siglo XXI, pero la espetó en el ojo de la hecatombe. Era 2008, la crisis económica mundial era inminente y Musk todavía no era el consejero delegado de Tesla, aunque estaba a pocos meses de asumir el cargo en un ambiente de chismes sobre la bancarrota de la empresa.
Tesla fue fundada a mediados de 2003 pero no fue hasta comienzos de 2004 cuando Musk se involucró en el proyecto. Durante esos primeros cuatro años en la empresa, el empresario vigiló el diseño de los productos, antes de asumir el control total durante la crisis, en 2008, año en el que la fabricante lanzó su primer coche, el Roadster, con ventas moderadas de 2.500 unidades. Con Musk a la cabeza Tesla evitó la bancarrota.
Para comienzos de 2009 la compañía había conseguido la financiación de 187 millones de dólares (Musk puso 70 millones) y había entregado poco menos de 150 coches. Un año después, con el mismo afán de salvarse de las cifras en rojo, el empresario realizó la oferta pública inicial de Tesla para su cotización en Nasdaq, al precio de 17 dólares por acción. En los ocho años entre entonces y ahora la empresa ha presentado nuevos modelos de coches y ha optimizado su producción tras incontables críticas.
Ahora, si el nuevo plan de Musk prospera, las acciones que en 2010 valían 17 dólares podrían venderse a 420 dólares (en un salto de más del 2.400%). De la misma forma en que emigró de Sudáfrica cuando era joven, renunció a la universidad apenas entró y pasó de ser un pionero en los pagos online a enfocarse en la exploración espacial, la carrera de Musk (y la historia de Tesla por sí sola) una y otra vez toma giros poco convencionales.
Elon Musk antes de Tesla: el salto de Paypal a Space X
Musk no tenía intenciones de quedarse en su natal Sudáfrica, que, al estar sumida durante su juventud en el apartheid, obligaba a los jóvenes a realizar servicio militar. Optó por mudarse a América del Norte, primero a Canadá y luego a EEUU. Corre la leyenda de que, durante sus primeros años universitarios, solía hacer grandes fiestas en un piso que alquilaba con un amigo, con las que podía costear la renta y sus estudios.
A mediados de la década de 1990 Musk fue aceptado en el doctorado de física aplicada de la Universidad de Stanford, en California. Dos días después de la clase introductoria decidió concluir su etapa de estudios. La industria de Internet empezaba a explotar en ese momento y Musk encontró más virtudes en aprovechar el nacimiento de una nueva economía que en conseguir su título, algo que ha dejado en pausa durante más de dos décadas.
Inmediatamente después de abandonar la universidad, él y su hermano fundaron Zip2, el «Google Maps de cuando no había Google Maps». Esta empresa brindaba direcciones en línea y se promocionaba como una guía de la ciudad, hasta que fue comprada en 1999. La transacción dejó a Musk con un balance positivo de 22 millones de dólares, de los que invitió 10 para fundar X.com, su siguiente negocio.
X.com era una compañía de pagos online vía correo electrónico que eventualmente se fusionó con los creadores de Paypal, abriendo el paso a una industria de la que esa empresa se mantiene como pionera. La venta de Paypal a Ebay en 2002 significó una inyección de más de 160 millones de dólares para Musk, que los puso en servicio de su próxima gran idea: la exploración espacial. Space X nació un año antes que Tesla, y hoy es el modelo empresarial favorito de Musk.
Space X construye cohetes y tiene grandes planes para colonizar Marte, pero lo más importante es que sigue siendo una empresa privada. Musk se arrepiente de la conversión de Tesla a empresa pública, y la ocurrencia que generó titulares esta semana parte de su deseo de llevar a la compañía una estructura de financiación similar a la de Space X.
Y, al igual que hoy parece una locura sacar a Tesla de Nasdaq, hace más de 15 años era impensable que uno de los tipos que vendió Paypal inmediatamente se abocara a fundar la que años después terminó siendo la compañía privada de naves espaciales más importante del mundo.