Instagram amenaza el ego de los influencers: likes fuera
El mercado de 9.000 millones de euros del marketing de influencers enciende la alarma ante la potencial muerte del contador de likes de Instagram
Oficialmente da inicio el melodrama de los influencers. Una versión beta filtrada del nuevo diseño de Instagram revela que la red social favorita del gremio cuando menos contempla prescindir del contador de likes en las imágenes, de la misma forma que ya lo hace con los vídeos en el feed de publicaciones.
La filial del grupo Facebook evita aludir a los influencers al justificar el cambio. La empresa afirma que quiere que los usuarios «se enfoquen en lo que se comparte, no en cuántos likes tiene una publicación». Durante esta prueba que aún no está disponible públicamente, «solo quien comparta una imagen verá el número total de likes que obtiene».
La irrupción de los influencers en las redes sociales ha traído una serie de problemas, tanto antropológicos como comerciales. Hace un año se supo que uno de cada ocho influencers de Instagram compra seguidores falsos, pese a que la práctica está vetada por algunos de los mayores anunciantes del mundo, como Unilever.
El mercado salvaje de los influencers de Instagram
Los contactos falsos inflan el contador de seguidores de los influencers, pero también pueden actuar como bots que dan like a todas las publicaciones del usuario que les «contrató». Precisamente, estos datos de popularidad ayudan a las personalidades de internet a presumir del alcance de sus canales virtuales ante anunciantes y patrocinadores.
El marketing de influencers generará 9.000 millones de euros en 2020. Algunas marcas están optando por invertir en los llamados «micro influencers«, con menos seguidores y likes pero mayor fidelidad. No obstante, el mercado es salvaje. Personas que quieren convertirse en influencers pueden llegar hasta a simular patrocinios para sobresalir.
ASA, la Autoridad de Normas de Publicidad del Reino Unido, advirtió en 2018 de que empezaría a eliminar de las redes sociales todas las publicaciones pagadas de influencers que no digan explícitamente que son anuncios publicitarios. Porque ese es otro problema: los influencers pueden llevar a engaño a los consumidores.
Instagram, el contador de likes y la salud mental
En el apartado más antropológico, el auge de los influencers y la explosión de las redes sociales en general han puesto en relieve algunas de las cualidades menos gratas de la humanidad. Específicamente sobre los likes, se sabe que los usuarios son generosos con los likes cuando una publicación ya tiene muchos likes, y los algoritmos de las redes les dan alas.
El contador de like también puede ser problemático por incrementar el sentido de competición innecesaria, con personas comparando los réditos de sus publicaciones con pares o famosos, y permitiendo que ello haga mella en su psique. Muchos usuarios eliminan fotos o vídeos cuando no reciben «suficiente» atención, como si hubiera un parámetro.
Incluso Facebook ha admitido que enterarse de todo lo que otras personas hacen a través de las redes sociales «puede llevar a una comparación social negativa«. Además, en noviembre pasado se publicó el primer estudio que demostró una «conexión casual» entre redes sociales y depresión, ansiedad, soledad y otros problemas y enfermedades mentales.
Las imágenes del nuevo diseño de Instagram fueron confirmadas por la empresa, que dijo que siempre está «explorando formas para reducir la presión» de los usuarios, aunque avisa que este cambio no se implementará en breve, si es que se implementa, según declaraciones recogidas por Tech Crunch.
Por su parte, la revista New York se hace eco de los testimonios de algunos influencers que ya se han mostrado molestos o preocupados por la potencial muerte del contador público de likes.