Una sola dosis de la vacuna Covid de Oxford tiene una eficacia del 64%
Los resultados de los ensayos clínicos de la vacuna de Oxford y Astrazeneca confirman que es eficaz y protege de casos graves de coronavirus
Una sola dosis de la vacuna de coronavirus desarrollada por la Universidad de Oxford y Astrazeneca tiene una eficacia del 64,1%, que aumenta al 70,4% tras la segunda dosis. Así lo han concluido los investigadores que han analizado los resultados de los ensayos clínicos de la vacuna, cuyas conclusiones se han publicado en The Lancet y sugieren que una primera inyección da al menos una protección a corto plazo.
«La buena noticia es que tres semanas después de la primera dosis de la vacuna —y esa es la primera dosis, no la segunda— no hubo hospitalizaciones ni casos graves de Covid-19 en los participantes de este ensayo», ha explicado la profesora de vacunología de la Universidad de Oxford, Sarah Gilbert. «Ese es el tipo de efecto que tendrá un impacto realmente enorme en los sistemas de salud», ha augurado.
Varias características separan la vacuna de Oxford de las desarrolladas por Moderna y Pfizer-Biontech. La vacuna británica es de vector viral, un método más tradicional que las nuevas tecnologías usadas por Moderna y Pfizer. Además, las dosis de Oxford pueden conservarse a temperatura de frigorífico, a diferencia de las otras. Y, de todas las vacunas que se han anunciado, la de Oxford es la más asequible.
Por eso, los científicos que analizaron los resultados de los ensayos clínicos de Oxford señalan que «una vacuna eficaz tiene el potencial de tener un impacto importante en la pandemia si se usa en poblaciones con riesgo de enfermedad grave», y aseguran que «hemos demostrado por primera vez que una vacuna de vector viral […] es eficaz y podría contribuir al control de la enfermedad en esta pandemia».
Se confirma la eficacia de la vacuna de Oxford y Astrazeneca
Pese a las dudas que han surgido en torno a esta vacuna, un análisis de los resultados científicos de la misma publicado también en The Lancet señala que «este es el primer informe de eficacia contra la Covid-19 para una vacuna sin fines de lucro que tiene como objetivo el suministro global, la equidad y el compromiso con los países de ingresos bajos y medios, y, como tal, su publicación es muy bienvenida».
Los resultados de los ensayos clínicos confirman otro aspecto positivo de la vacuna de Oxford: una dosis menor inicial seguida de una segunda dosis completa incrementa la eficacia hasta el 90%. No obstante, administrar media dosis al comienzo parece haber sido un error y, al no haber demasiados casos para comprobarlo, los investigadores dicen que hay que estudiar más este asunto.
El régimen de una dosis menor seguida de una dosis completa supondría que se necesitarían menos dosis para lograr una mayor eficacia y vacunar a más personas, pero también obligaría a buscar una forma de que las cantidades se administren correctamente en los centros de salud, acostumbrados al régimen de vacunación de dos dosis de la misma cantidad administradas con algunas semanas de diferencia.
Pros y contras de la vacuna de Oxford
La mencionada revista científica dice que las fortalezas de este estudio son el gran tamaño de la muestra, la asignación al azar a los grupos de vacunas, la inclusión de diferentes etnias, el equilibrio de las características entre los grupos de vacunas y tener resultados similares en Brasil y Reino Unido, «lo que da credibilidad a los resultados» de los ensayos clínicos de Oxford y Astrazeneca.
La parte negativa es que menos del 4% de los participantes eran mayores de 70 años, que ningún voluntario de más de 55 años recibió una primera media dosis inicial, y que los pacientes con comorbilidades eran una minoría. Además, el régimen de dosis menores fue fortuito y no planeado, por lo que los expertos y científicos avisan que es necesario estudiar más sus resultados.
The Lancet sugiere que la administración no planificada de diferentes dosis podría haber restado confianza en la vacuna, a pesar de su alta eficacia, pero también destaca que la decisión de pausar los ensayos para investigar cuidadosamente los problemas de seguridad fue apropiada por parte de Oxford y Astrazeneca y alimenta el efecto «tranquilizador» de los resultados que ahora han sido revisados por científicos independientes.
Asimismo, la publicación recuerda que la eficacia de las vacunas es una consideración importante, pero no es la única. «Tambén lo son la pragmática de la administración, la aceptación de la comunidad, la longevidad del efecto, si una vacuna reduce la infección y la transmisión así como la enfermedad, la eficacia en grupos de alto riesgo y, por supuesto, la seguridad».
Y concluye en clave optimista, asegurando que «a pesar de las preguntas y desafíos pendientes» de las vacunas que se han dado a conocer, «es difícil no entusiasmarse con estos hallazgos y la existencia de tres vacunas Covid seguras y eficaces, con otras 55 que están en ensayos clínicos». «Parece probable que en 2021 las vacunas estén disponibles para todos los países del mundo, al menos para sus grupos prioritarios».