Puigdemont busca a 100 consejeros de la república
El líder huido sigue desvelando con cuentagotas sus confusos planes para impulsar el llamado consejo para la república desde Bélgica
El llamado consejo de la república, que en principio debía ser una especie de «gobierno en el exilio» formado por siete miembros (tres de Junts per Catalunya, tres de ERC y uno de la CUP), se ha transformado en un extraño artefacto político al servicio de las ocurrencias de Carles Puigdemont.
Rebautizado como consejo para la república —y no de la república, como se había dicho también inicialmente—, el organismo parainstitucional pretende integrar ahora a un centenar de personas, según explicó Puigdemont en una entrevista con el director del diario vasco Berria, Martxelo Otamendi, publicada en una docena de cabeceras regionales europeas.
Puigdemont va desgranando a su ritmo la naturaleza, estructura y funciones del organismo, que siguen sin estar claras. El 30 de octubre, en la presentación oficial del mismo, efectuada con toda la pompa en el Palau de la Generalitat, el expresident intervino por vídeoconferencia y anunció que se abriría un registro de voluntarios y que serían ellos los que escogerían a los integrantes de la asamblea de representantes de la entidad.
Más de 260.000 euros recaudados
La primera de las incógnitas es cuándo se activará el consejo. En la entrevista con Otamendi, dice que será cuando cuente con el apoyo de un millón de personas, aunque no queda claro si se refiere a inscritos en el registro. Si fuera así, estaría aspirando a recaudar 10 millones de euros, ya que registrarse implica hacer una aportación mínima al organismo de 10 euros.
Aunque ese parece un horizonte fuera de su alcance. Según la web del nuevo organismo, activada el mismo día de la presentación, se han registrado hasta ahora algo más de 26.000 personas. Es decir, que el ente, pese al estadio de indefinición, ya habría recaudado un mínimo de 260.000 euros.
Diputados, concejales y miembros de entidades
En la web se especifica que el consejo contará con tres patas: la asamblea, el consejo propiamente dicho y la presidencia. La asamblea se supone que es la encargada de designar la presidencia, aunque, de entrada y paradójicamente, ya la ostenta Puigdemont. Y la presidencia, a su vez, es la encargada de escoger a los miembros del consejo.
Cuántas personas han de integrar asamblea no lo precisa la web, pero en la entrevista, Puigdemont dice ahora que contará con 100 representantes, de los cuales 25 serán miembros del Parlament; 25, representantes municipales; 25, miembros de entidades de la sociedad civil, y los últimos 25, ciudadanos del resto del mundo que se hayan interesado por la causa independentista.
En una primera fase, la actual, solo formarán parte de la asamblea el primer 25%, el correspondiente a parlamentarios catalanes. Por ahora, no han trascendido los nombres de los diputados independentistas que supuestamente ejercerán de representantes en el ente puigdemontista.
Acto en Bélgica en diciembre
La segunda fase, siempre según la versión del expresidente catalán en la citada entrevista, se activará el 8 de diciembre con un gran acto en Bélgica en el que se supone que se darán más detalles sobre la selección de los miembros de esa asamblea, o sobre la segunda pata, la del consejo, cuya composición es otra incógnita.
Las incertezas se extienden a las funciones del consejo para la república y a cada uno de los tres órganos que lo integran. De la asamblea, por ejemplo, se dice en la web que, además de nombrar la presidencia, hacer un seguimiento de la actividad de la misma y del consejo y establecer «fórmulas de transparencia y control», se encargará de «promover las acciones necesarias para el establecimiento de la república catalana», que no se detallan; «impulsar la internacionalización de la causa» independentista, y «fomentar el debate sobre el nuevo modelo de país».
Puigdemont se solapa con Llach
También se le atribuye la tarea de «desarrollar la metodología del proceso constituyente», pese a que Lluís Llach, presidente del llamado consejo para el debate constituyente, insistió durante la presentación de este otro organismo parainstitucional impulsado por el govern de Quim Torra en que un eventual proceso constituyente sería una tarea que correspondería en exclusiva al Parlament.
Por lo que respecta al consejo, tiene entre sus cometidos «fomentar acciones para avanzar hacia la república» —no se sabe cuáles— e «impulsar debates constituyentes y facilitar las herramientas necesarias para su desarrollo», aunque se supone que es el ente presidido por Llach el encargado de fomentar un debate ciudadano -que no proceso- de este tipo, según el mismo cantautor explicó también.