Mas activa la Hacienda catalana sin apenas competencias
Asegura que no se trata de un pulso contra el Estado, pero sà de combatir “su centralismo”
Estructuras de estado. Eso es lo que pactaron CiU y ERC para poder investir a Artur Mas como president de la Generalitat, dentro del acuerdo político por el derecho a decidir. Y, poco a poco, el Govern trata de exhibir algunos logros, aunque se trate de cuestiones más simbólicas que efectivas. Una de ellas es la llamada Hacienda catalana, un acuerdo, en realidad, entre la Agencia Tributaria de Catalunya y las diputaciones locales. El President Mas la ha presentado este jueves. Es una red de oficinas de Tributos de Catalunya que contará con 152, aunque inicialmente serán 53 oficinas. En ellas trabajarán un total de 1.399 empleados públicos, que gestionarán 2.000 millones en impuestos.
Esa es la realidad. El objetivo, a largo plazo, es otro. “El objetivo es construir la Hacienda propia de Catalunya y la hemos de construir a través de lo que tenemos, la suma de diputaciones y del Govern, y quizá también algún ayuntamiento que hoy tiene gestión propia de tributos”, ha señalado Mas en el Palau de la Generalitat con toda la solemnidad de un acto destinado a exhibir esas estructuras de Estado. El President ha añadido que se propone conseguir «una Hacienda propia catalana, completa, integral, para todos los tributos y además moderna, y puesta al día».
En la mitad del camino
La Agencia Tributaria de Catalunya gestiona los impuestos propios de la Generalitat, como las transmisiones patrimoniales, el impuesto de Sucesiones, los cánones del agua, y de residuos, o los impuestos sobre el Juego. Ahora, con el acuerdo con las diputaciones, se coordina también los impuestos locales, como el IBI, las plúsvaluas, el IAE, o los impuestos sobre los vehículos.
Todo ello se podrá ver como el “embrión” de una Hacienda propia de Catalunya, según el proyecto soberanista de Artur Mas. Pero se trata de un modesto inicio, al coordinar toda esa gestión, que ya se hace, desde el portal Tributs.cat. “Estamos en la mitad de un camino, en muchos sentidos”, ha afirmado Mas.
Servicio a los ciudadanos
En el acto de presentación de Tributs de Catalunya, en el salón Torres Garcia del Palau de la Generalitat, han asistido los presidentes de las diputaciones provinciales, la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, los consellers de Economía y de Presidència, Andreu Mas-Colell y Francesc Homs, y el director de la Agencia Tributaria de Catalunya, Lluís Franco, quien ha destacado la verdadera traducción práctica del proyecto: la estructura “hará más cercano el servicio a los ciudadanos en el ámbito tributario”, con el objetivo de realizar una mejor prevención y luchar contra el fraude.
Mas ha dejado claro que no se trata de un “pulso” contra el Estado, y que todo obedece a la más estricta legalidad, como defendió el conseller Mas-Colell en su intervención de este miércoles en la Cambra de Comerç. Pero el President si ve ese “embrión” de la Hacienda catalana como una herramienta para luchar contra “el proceso de recentralización” del Estado.
El ahogo de las finanzas catalanas
«Estamos en plena pulsión centralista», ha asegurado Mas, hasta tal punto que se produce “un control exhaustivo hasta el ahogo de nuestras finanzas». Todo eso “nos lo tenemos que sacar de encima porque no nos conviene y una forma de hacerlo es tener una hacienda propia», ha justificado Mas.
Pero la situación es la que es. La creación de esta red de oficinas tendrá una eficiencia limitada. En el Estatut aprobado en 2006 se reclamó un Consorcio entre la Agencia Tributaria de Catalunya y la del Estado que el Gobierno central, del PSOE y del PP, nunca ha querido poner en marcha.
Por ello, la recaudación y gestión íntegra de todos los impuestos de los contribuyentes catalanes está en manos de la Agencia Tributaria y el traspaso de las competencias depende de un acuerdo político que todavía queda muy lejos. Mas, en todo caso, busca forzar ese posible Consorcio, con la “estructura de estado”, constituida este jueves.