La ‘reconstrucción’ de Sánchez se retrasa hasta julio (como mínimo)
La comisión parlamentaria de los pactos que el Gobierno propuso a la oposición hace un mes arranca este jueves sin perspectiva de acuerdos en breve
Más de un mes ha demorado en ponerse en marcha la comisión parlamentaria de pactos contra la crisis del coronavirus que Pedro Sánchez planteó a los partidos de la oposición el pasado 4 de abril. Tras demostrarse fallida su estrategia de negociar con los partidos y agentes sociales y económicos a puerta cerrada en la Moncloa, el Gobierno se vio obligado a aceptar la condición del PP de discutir unos acuerdos para la «reconstrucción» en el Congreso de los Diputados, en una comisión que arrancará —finalmente— este jueves 7 de mayo.
Socialistas y populares pugnarán por la presidencia de la comisión, toda vez que la principal fuerza de la oposición propone para el cargo a la expresidenta parlamentaria Ana Pastor. No obstante, el PSOE quiere dirigirla y en todos sus acercamientos a sus socios en el Congreso ha destacado la importancia de que los de Pablo Casado no la presidan. Este jueves, cuando se constituya el espacio de diálogo, se votará la composición de la mesa y, por tanto, también se decidirá quién ocupará la presidencia.
Pese a que inicialmente su objetivo era negociar con los partidos sin regirse por el marco parlamentario, la comisión para la reconstrucción social y económica saldrá adelante en términos favorables para el PSOE y Unidas Podemos. Los partidos que conforman la coalición del Gobierno consiguieron que en la misma se discutan las líneas temáticas que proponía Sánchez desde el inicio y tumbaron cualquier posibilidad de que el mecanismo parlamentario permita fiscalizar su gestión de la crisis del coronavirus.
Este pasado lunes, el Congreso aceptó que en la comisión se dialogue sobre cuatro aspectos: reforzar la sanidad pública, reactivar la economía y modernizar el modelo productivo, fortalecer los sistemas de protección social y el sistema fiscal, y la posición española ante la Unión Europea. También se definió la comisión como «no permanente» y se limitó su duración a dos meses (prorrogables por la Mesa), por lo que previsiblemente no habrá resultados concretos antes del mes de julio.
La comisión estará integrada por 46 diputados según la representación parlamentaria de cada grupo, por lo que PSOE y Unidas Podemos tendrán en conjunto 17 miembros, más de un tercio de los votos. Dada la tensión actual con los socios nacionalistas del Gobierno, queda por verse cómo se comportarán en las votaciones. PP tendrá en la comisión nueve representantes, Vox cinco y ERC, Ciudadanos, PNV y EH Bildu tendrán uno cada uno. Los grupos Plural y Mixto tendrán cuatro y siete votos, respectivamente.
Cuando finalicen las sesiones de trabajo, la comisión emitirá un dictamen que será remitido al pleno del Congreso para su debate y votación.
Casado, presente
Uno de los planes del Gobierno que no tuvo recorrido fue el de que los ministros de la coalición tuvieran puestos en la comisión para la reconstrucción, pues los titulares tendrían que haber intervenido no como cargos gubernamentales sino como diputados. Sí está previsto que el mecanismo parlamentario permita la comparecencia de algunos ministros, pero los dirigentes de Moncloa no tendrán voto directo en la misma y serán representados por los diputados en activo de sus respectivos grupos.
El único líder de las principales fuerzas políticas que estará presente será Casado, que se ha inscrito como «adscrito» pero no como miembro. Santiago Abascal, el líder de Vox, la segunda fuerza de la oposición, tampoco estará presente en la misma, puesto que su grupo será encabezado en la comisión por el portavoz Iván Espinosa de los Monteros. Su homóloga socialista, Adriana Lastra, liderará la presencia del PSOE en la comisión.