El PP desnuda la estrategia de Sánchez en sus pactos de la Moncloa
Pablo Casado asegura que al presidente se le ha "caído la careta" y le acusa de haber dado un "portazo" a un gran acuerdo que "retumbó en toda España"
El PSOE sigue completamente aislado en su intento por reeditar unos nuevos Pactos de la Moncloa, que le permitan construir un gran consenso político que hasta ahora ha sido incapaz de conseguir. El PP considera que Pedro Sánchez no quiere pactar «absolutamente nada» con ellos, sobre todo a raíz de la intervención de Adriana Lastra en la que acusó a Pablo Casado de «deslealtad».
El vicesecretario del PP, Pablo Montesinos, lamenta que hayan pasado 48 horas desde lo que consideran «insultos» y que ni Sánchez, ni ningún otro cargo del Gobierno o del PSOE «haya desautorizado ni llamado al orden todavía a la señora Adriana Lastra».
«Todo esto demuestra que Sánchez no quiere pactar absolutamente nada con el PP, y que estos insultos responden al teatro para intentar ocultar las mentiras del Gobierno de España», ha lamentado. «El Gobierno tiene que estar al lado de los autónomos y de los empresarios». «¿Dónde están las ayudas a los autónomos prometidas?», se pregunta el vicesecretario de comunicación de los populares.
Pablo Casado también ha denunciado por Twitter que fue Sánchez el que dio un «portazo» que «retumbó en toda España en el debate del estado de alarma«. El líder popular acusa al presidente del Gobierno de habérsele caído «la careta de pactista insultando al partido que le apoyó mientras sus socios le dejaban tirado».
El portazo de Sánchez a acuerdos con la oposición retumbó en toda España en el debate sobre el estado de alarma. Se le cayó la careta pactista insultando al partido que le apoyó mientras sus socios le dejaban tirado. Nuestra lealtad para resolver esta crisis es con los españoles. pic.twitter.com/N7B2RJAuQ3
— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) April 11, 2020
Los socios de Pedro Sánchez durante la moción de censura y la investidura tampoco parecen muy entusiasmados con esta idea, aunque están invitados a sentarse a la mesa. Gabriel Rufián (ERC) definió estos Pactos de la Moncloa como un acuerdo de «cuatro partidos, un ejército y un rey en un despacho», mientras que Laura Borràs (JxCat) los calificó de «cortina de humo».
La ultraderecha tampoco está dispuesta a sumarse al carro. El líder de Vox, Santiago Abascal, culpa al Gobierno de hacer «la peor gestión del mundo en esta tragedia», y lejos de apoyar a Pedro Sánchez pide su dimisión conjuntamente con la de Pablo Iglesias.
Fuera de los grandes partidos, el PNV se ha mostrado dispuesto a sentarse a hablar con el Gobierno. También Ciudadanos, cuyo portavoz en el Congreso, Edmundo Bal, se mostró abierto participar de esa primera reunión siempre que «sea un encuentro de verdad para tomar medidas moderadas y pragmáticas».
Decretos por la mínima
Aunque el gobierno cuenta con el amplio respaldo del Partido Popular para aprobar el estado de alarma –que se alargará hasta el día 26 de abril–, ha sido incapaz de tejer grandes consensos con la oposición a la hora de aprobar algunos decreto-ley y han salido adelante por la mínima. Las normas laborales y sociales de Yolanda Díaz requirieron de ERC y JxCat, a cambio de ser tramitados como proyectos de ley, para poder salvarse.
El Gobierno también ha podido tirar adelante la convalidación del decreto-ley de medidas económicas de Nadia Calviño a pesar de las duras críticas que ha recibido, desde falta de ambición por parte de ERC al «ser responsables de las muertes» del coronavirus por parte de Vox. El Gobierno solo ha necesitado los votos del PSOE y de Unidas Podemos, con el apoyo «crítico» de Ciudadanos, Compromís o Más País entre minoritarios.
Mentir y manipular
El Gobierno también ha tenido serios problemas para encontrar apoyo en el mundo empresarial. La CEOE acusó al Ejecutivo de llevar a cabo una «manipulación interesada» con la renta mínima impulsada por el vicepresidente Pablo Iglesias para mitigar los efectos del coronavirus y se ausentaron de la reunión en el Ministerio de Trabajo a modo de protesta
El vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030 había asegurado que el acuerdo se había consultado con los empresarios, y que la veían «adecuada y positiva». Iglesias llegó incluso a afirmar que había estado en contacto con el propio presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, algo que la patronal y también Cepyme desmienten.