Iglesias añade a sus problemas la crisis de Podemos en Andalucía
La marca andaluza de Podemos ve descomponerse la relación con sus socios de confluencia y va camino de sufrir la misma suerte que su homóloga gallega
Acusaciones recientes de «usurpación democrática» por el control de las redes sociales y de retiros indebidos de dinero de las arcas de la coalición han puesto en jaque el futuro de Adelante Andalucía, confluencia en la que se integra Podemos y que ahora amenaza con confrontarle en las urnas en unas futuras elecciones autonómicas. Las relaciones entre los de Pablo Iglesias y algunos de los partidos que conforman el grupo han sido desde siempre complicadas, pero un intento de negociación para limar asperezas y sanar viejas heridas ha acabado, más bien, en la declaración de una ruptura casi total.
La misma semana que Podemos y varios de sus cargos han sido imputados por supuestas irregularidades en su financiación, el partido se sumerge también en una crisis territorial, un tipo de conflicto cada vez más frecuente en sus filas. Esta vez, se trata de una confluencia regional que ha aflorado discrepancias desde antes de su constitución, en el año 2018, en la que Podemos e Izquierda Unida comparten espacio político con los partidos andalucistas Primavera Andaluza, Izquierda Andalucista y, desde hace cinco meses, Anticapitalistas, que se dio de baja de Podemos a nivel nacional el pasado mes de mayo.
La nueva oleada de tensiones internas de Adelante Andalucía dio inicio en diciembre de 2019, cuando la líder de la coalición, Teresa Rodríguez, registró el nombre del partido al margen de la dirección de Podemos, lo que fue considerado un paso adelante en su misión de lanzar el grupo como un proyecto propio e independiente del control de Iglesias. Un plan que fue más evidente cuando Rodríguez se dio de baja como secretaria general de Podemos Andalucía, en febrero pasado, tras exhibir su rechazo frontal a la entrada de Unidas Podemos al Gobierno de coalición con el PSOE.
La líder andaluza se quedó en el cargo hasta la elección de una nueva dirección, en mayo. Martina Velarde, afín a Iglesias, dirige la formación autonómica desde entonces, pero el conflicto ha ido cada vez a más. Con el nombre Adelante Andalucía ya registrado como partido, Rodríguez diseñó una hoja de ruta recostada al nacionalismo andaluz. La autonomía política y orgánica que Rodríguez exigió durante años a Iglesias era el norte de este nuevo movimiento, acusándole el líder morado de montar «una formación política independiente» e Izquierda Unida de haber «secuestrado» la marca Adelante.
Durante su interinidad como líder de Podemos Andalucía, Rodríguez facilitó la entrada de Anticapitalistas en Adelante, pese a que el grupo se había divorciado ya de Iglesias por diferencias ideológicas irreconciliables. De esta forma, Rodríguez consigue un enfrentamiento interno entre Anticapitalistas, Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista —los grupos más cercanos a su figura— y Podemos e IU, y se asegura una mayoría para impulsar un documento político que propone concurrir a las próximas elecciones con la marca Adelante Andalucía ya como partido y no como confluencia; es decir, al margen de Podemos e IU.
Esto generó roces con IU, que hizo muchas cesiones en su momento para integrarse en Adelante, y que exigía en junio pasado que se retirara el nombre del registro de partidos políticos. IU ha defendido que Adelante Andalucía siga siendo una coalición y que, por ende, no esté controlada de forma exclusiva por ninguna de sus partes. Además, cuenta con el apoyo de la nueva dirección andaluza de Podemos en torno a tender puentes al PSOE en la comunidad (algo que Rodríguez siempre ha rechazado) para hacer frente al gobierno de derechas que se impuso tras las elecciones de diciembre de 2018.
Dinero y redes sociales
IU ha intentado solucionar los problemas con Rodríguez y los suyos y se ha comprometido a firmar la paz si se elimina el nombre del partido del registro y si se descarta una hoja de ruta política que pase por un veto al PSOE. A estas exigencias se han sumado otras esta semana, pues tras los tensos episodios de los últimos meses los intentos de reconciliación más bien han empeorado las dinámicas internas. Por ejemplo, Anticapitalistas acusó este martes a IU de retirar fondos institucionales de las cuentas de Adelante Andalucía en las diputaciones de Huelva y Málaga «sin consultarlo».
IU rechaza las acusaciones y defiende que el dinero retirado corresponde a Podemos Andalucía y que el movimiento de fondos de ha hecho «de manera transparente». La crisis se ha acentuado cuando Anticapitalistas ha denegado a IU y Podemos el acceso a las redes sociales de Adelante Andalucía, «para que no hicieran lo mismo que con el dinero». «Tras la apropiación indebida de la marca Adelante Andalucía, Anticapitalistas hace lo propio con los perfiles de la coalición en redes sociales», dice IU en una nota, mientras que Podemos ha calificado el asunto de «golpe antidemocrático».
En medio de todo esto, Rodríguez y el coordinador general de IU Andalucía, Toni Valero, se reunieron este martes para negociar una salida al conflicto. Pero, tras el encuentro, Rodríguez achacó a IU que se den por rotas las negociaciones, mientras que desde IU afirman que las negociaciones están «bloqueadas» por lo que entienden es una «usurpación democrática» de la marca de Adelante y de sus redes sociales. Valero se niega a dar por rotas las conversaciones y dice que «con un poco de sentido común tiene que haber entendimiento» entre todas las partes.
De momento, se han emplazado a otra reunión en septiembre y a aprovechar el parón de agosto para meditar sobre la situación. No obstante, unos comicios andaluces en los que haya papeletas por separado de Adelante Andalucía y Unidas Podemos no es un escenario descartable. Y, con ello, Iglesias se asoma al mismo abismo que en las elecciones gallegas del pasado mes de julio, en las que Podemos desapareció del parlamento autonómico tras su divorcio de las Mareas y Equo, e impulsó la entrada en la misma cámara de la izquierda nacionalista del BNG.