La irrupción de Vox provoca un giro histórico en Andalucía
Se cumple el peor temor de Susana Díaz: Vox, el partido al que tildó de "machista" y "xenófobo", entra al Parlamento andaluz con 12 escaños
La campaña electoral de Vox en las elecciones andaluzas terminó con un hecho lamentable cuando Susana Díaz iba a votar y con un resultado extraordinario que provoca un giro histórico en Andalucía: por primera vez, los partidos de la derecha suman mayoría absoluta.
Durante el domingo, trascendió que dos apoderados de la formación de ultraderecha insultaron a la candidata socialista Susana Díaz en el momento de ejercer su derecho al voto. El PSOE-A elevó el caso a la Junta Electoral, que envió la denuncia al al juzgado de guardia, «por si fuera constitutivo de un delito electoral».
El último lunar en la campaña de confrontación con la que la formación de Santiago Abascal pujó por la presidencia de la Junta de Andalucía fue el preámbulo de una jornada histórica para Vox. El partido deja de ser una fuerza extraparlamentaria e irrumpe con fuerza en el Parlamento andaluz, con menos del 11% de los votos y 12 escaños que le permiten negociar con el PP y Ciudadanos para dar la mayoría absoluta a la derecha y enviar al PSOE a un segundo plano.
El resultado de VOX no sólo es trascedente en Andalucía, sino que sienta un precedente sobre lo que podría suceder en las elecciones generales. El periodista Carlos Carnicero apuntó este domingo en este medio que los resultados de Vox «medirán el daño que puede promover en el futuro al PP, amenazándolo por el franco derecho y completando su debilitamiento con el que promueve Cs por su lado izquierdo».
Aunque quizá anecdótico, el escrache de los apoderados de Vox a Díaz este domingo es representativo, para bien y para mal, del proceso electoral que termina, del momento que vive la política española y de la caída del PSOE mientras Pedro Sánchez es el presidente de Gobierno.
Todos los temores del PSOE se llaman Vox
El PSOE imaginaba este escenario, dado que el pasado viernes mostró su preocupación ante la irrupción de Vox en Andalucía. La vicepresidenta Carmen Calvo admitió que en la Moncloa hay miedo al auge de un partido con un ideario «inconstitucional». Al Ejecutivo, «y a la inmensa mayoría de hombres y mujeres, nos preocupa mucho un partido cuyo ideario es anticonstitucional», manifestó Calvo en rueda de prensa.
La tensión entre Díaz y Vox fue evidente durante toda la campaña. Este domingo, la líder de Cs en Cataluña, Inés Arrimada, dijo en La Sexta que los socialistas le hicieron la campaña a la formación de extrema derecha, en alusión a los múltiples comentarios contra la formación de Abascal que surgieron en los actos de los socialistas. Díaz repitió su consiga de que Vox es homófobo, xenóbo y machista, y le acusó de justificar la violencia contra las mujeres.
De hecho, el 27 de noviembre Abascal anunció que se querellará contra Díaz por decir que su formación es machista. «Quiero una ley que proteja a mis hijas, a mi madre y a mi esposa, pero también a mis dos hijos varones de denuncias falsas de cualquier desaprensiva», dijo el líder de Vox durante un acto en Huelva ante unas 1.000 personas. «Dijo que justificábamos la violencia machista ¡será sinvergüenza! ¡pero cómo te atreves, Susanita!», agregó.
Los temores de Díaz se cumplieron: Vox entra al Parlamento, y con más escaños de los que el mismo partido imaginaba. El PP, que antes de las elecciones dijo que Vox era el «voto inútil», ya avanzó que está dispuesto a pactar con los de Abascal. Queda por ver si Ciudadanos se apunta a tumbar al PSOE, que seguramente dejará de gobernar en Andalucía por primera vez en cuatro décadas.