Sánchez e Iglesias condenan al atasco la mesa de reconstrucción
PSOE y Podemos impondrán la puesta en marcha de la comisión de la reconstrucción este martes, aunque los recelos de todos los grupos van en aumento
La Mesa del Congreso, en la que PSOE y Unidas Podemos tienen mayoría, previsiblemente avalará este martes la comisión de la reconstrucción que propusieron el pasado viernes los partidos del Gobierno de coalición. Pero en la Cámara Baja hay poco más que reproches y desconfianza, tanto por el pulso entre Pedro Sánchez y Pablo Casado en torno a qué partido asumirá la presidencia de la comisión, como por las aprensiones de los nacionalistas por la posibilidad de que el PP lidere la discusión.
Así las cosas, pese a que se espera que la comisión cuente con el visto bueno de la Mesa, no parece que la misma vaya a empezar a trabajar en breve. La Junta de Portavoces, previsiblemente, abordará por la tarde el principal fleco: la presidencia del grupo de trabajo, que tanto PSOE como PP reclaman para sí, justificándose en una mayor representación parlamentaria y en ser la principal fuerza de la oposición, respectivamente.
El debate de la presidencia acarrea otro conflicto: el fin mismo de la comisión. El Gobierno pretende utilizarla para llegar a acuerdos con todos los partidos para afrontar la reconstrucción social y económica ante la crisis del coronavirus. Pero el PP quiere que también sea un medio para investigar también la gestión de Sánchez durante la emergencia sanitaria, muy señalada también por Vox, la tercera fuerza del Parlamento.
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ya advirtió este lunes de que la comisión no buscará «fiscalizar al Gobierno» sino «estudiar las mejores medidas en el medio y largo plazo para reconstruir la economía y el tejido productivo en nuestro país». Y es que, pese a que la comisión nació tras un acuerdo entre Sánchez y Casado, PSOE y Podemos la registraron el pasado viernes en el Congreso por cuenta propia, marginando a los populares.
La propuesta que analizará la Mesa del Congreso este martes viene de un acuerdo entre los partidos de Sánchez e Iglesias, no de un acuerdo entre PSOE y PP, según entienden fuentes del órgano de gobierno de la Cámara consultadas por Efe. Los populares ya ven «inservible» la comisión y la tildan de ser tan solo «propaganda». «Este gobierno no es fiable ni en su planteamientos ni es sus pactos», reprochó Casado este lunes.
Tensiones también con los nacionalistas
Si lo que busca el Gobierno desde hace semanas, según el relato oficial, es lograr consenso de cara a la reconstrucción de España, la comisión no tiene visos de lograrlos. A las tensiones entre PP y los partidos del Ejecutivo se suman también los cuestionamientos de los nacionalistas. Formaciones periféricas como ERC y PNV, socias parlamentarias de Sánchez, no están por la labor de crear la comisión, aunque desde luego participarán si el proyecto sale adelante.
Los nacionalistas vascos temen que la comisión dispare «un mayor enfrentamiento» que, a su juicio, es lo que busca el PP. El PNV acudirá a las sesiones y participará en los debates, pero con «serias reticencias», según han dicho fuentes del partido. ERC, lo mismo: los de Oriol Junqueras no respaldarán la formación de la comisión, aunque si cuenta con el aval de la Mesa debatirán las propuestas económicas y sociales que surjan.
Un diputado de un grupo pequeño contrario a que el PP presida la comisión, consultado por Efe, ha afirmado que «la ausencia de novedades» induce a pensar que el acuerdo está lejos. Cuidadanos también ha criticado que la comisión no se mueva porque PSOE y PP no se han puesto de acuerdo sobre quién debe presidir la comisión. Así las cosas, a las ya conocidas tensiones entre socialistas y populares se suma ahora la desconfianza de los demás grupos ante las dos mayores fuerzas parlamentarias.