Cientos de pueblos catalanes en crisis por la falta de presupuestos
Los Ayuntamientos de Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat destacan las necesidades que tienen que resolver a pesar de no ser de su competencia
“Llevamos muchos años en los que los Ayuntamientos y las entidades municipales nos hemos encontrado muy solos, y hoy todavía es así”, lamenta Núria Marín, alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat y presidenta de la Diputación de Barcelona al diario El País. Ese es el resultado desesperado del hecho de que todavía no se haya formado un Gobierno estable y de que Quim Torra siga gobernando con los mismos presupuestos desde 2017.
La parálisis presupuestaria que arrastra a todo el Estado aumenta sus efectos cuando se habla de los ámbitos políticos más pequeños, los Ayuntamientos catalanes. Esto lo han podido comprobar desde los gobiernos municipales y las diputaciones al tener que costear servicios que no forman parte de su propio ámbito de gestión. La Generalitat de Torra, ante esta situación, no hace nada mientras sigue reclamando al Estado mejoras en la financiación.
Las escuelas de música, las becas de comedor o las políticas sociales y educativas son solo algunos ejemplos de las competencias de la Generalitat que están recayendo sobre los alcaldes de las ciudades en Cataluña. Así lo remarca la alcaldesa Marín, que está al frente de la segunda ciudad de Cataluña en número de habitantes.
Ella junto a los demás alcaldes aprobechan ahora las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez para reclamar «que se forme un Gobierno cuanto antes» con claras competencias para cada Administración y poder acabar de una vez con la precaria situación.
Los Ayuntamientos están asumiendo competencias de la Generalitat
Los alcaldes catalanes denuncian que se están sustituyendo a los poderes autonómicos y estatales por los de los Ayuntamientos tras los recortes que se originaron en la crisis. Como ejemplo, las guarderías públicas. Concretamente, los consistorios han pasado de recibir 40 millones de euros para financiarlas a no percibir nada.
Las Administraciones locales y las autonómicas también han chocado por la deuda que han generado las familias con pobreza energética y por ello ya han tenido varias reuniones para decidir qué parte de la deuda pagará cada una.
El Govern, centrado en el proceso independentista, descuida a los Ayuntamientos
Ocupado en el proceso independentista, el Govern ha llevado a cabo una actividad legislativa muy reducida. Esto queda en evidencia porque son solo 12 las leyes aprobadas por Quim Torra en el año y medio que ha dirigido la Generalitat, nueve de las cuales son modificaciones de normas que ya existían.
Mientras tanto, la Generalitat funciona con unas cuentas prorrogadas de 2017 y aprobadas bajo la presidencia de Carles Puigdemont, y el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez continúa administrando en prórroga las cuentas aprobadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2018.
Para Barcelona es especialmente crítica la necesidad de que se aprueben unos presupuestos, cosa que se puso encima de la mesa en una reunión bilateral entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat el pasado lunes. Para el Ayuntamiento de Barcelona supone un impedimento claro para llevar a cabo proyectos de ciudad.
Por ejemplo, la línea 9 de metro que lleva años en proceso sin finalización, y también reclaman la ley de financiación de transporte público. Al Estado, el consistorio pide la adecuación del puerto de Barcelona y del aeropuerto a la emergencia climática.