El plan de vacunación de Covid-19 de Reino Unido deja fuera a los trabajadores esenciales
Conductores de ambulancia, limpiadores, guardias de seguridad o celadores quedan fuera del primer plan de vacunación de Reino Unido
Reino Unido ha elaborado una estrategia provisional para decidir qué colectivos reciben primero la vacuna contra el coronavirus, que solo podrá abarcar un pequeño porcentaje de la población cuando sea aprobada definitivamente.
El Departamento de Salud ha dado prioridad a las personas mayores y a los profesionales sanitarios, pero ha dejado sin posibilidades a todos los trabajadores esenciales que no se dedican a tareas médicas.
La decisión ha provocado fuertes críticas entre los sindicatos y expertos en Salud Pública que han advertido del aumento de muertes que puede provocar colocar a este tipo de empleados en la última posición de la lista. Conductores de ambulancia, limpiadores, guardias de seguridad o celadores no tendrán acceso prioritario al antígeno, a pesar de que están en primera línea en la lucha contra la Covid-19.
El plan del Departamento de Salud penaliza a todos los sectores de los hospitales y centros de salud de Reino Unido que han sido subcontratados por la Administración Pública.
“Es simplemente un error si una vez más se enfrentan al mismo riesgo para sus vidas que sus colegas del Servicio Nacional de Salud, sin la misma protección”, ha alertado la coordinadira del sindicato GMB, Lola McEvoy, al diario The Guardian.
Los expertos piden al Gobierno británico que rectifique con su estrategia de vacunación
Los especialistas en epidemiología también han solicitado al Gobierno británico que dé marcha atrás e incluya a todos estos perfiles en los primeros puestos durante la campaña de vacunación para evitar fallecimientos innecesarios.
“Si bien el riesgo proviene principalmente de la edad, no se puede ignorar lo que deberíamos haber aprendido de la primera ola: que hay algunas ocupaciones que tienen un riesgo considerable”, ha argumentado el presidente de Epidemiología de la Royal Society of Medicine, Gabriel Scally.
Varios estudios apuntan a que los trabajadores de primera línea en trabajos manuales mal remunerados tuvieron hasta cuatro veces más probabilidades de morir durante la primera oleada de casos de coronavirus en Reino Unido.
La tasa más alta de todas las profesiones la tienen los guardias de seguridad, que tampoco han sido incluidos en la estrategia de vacunación. Entre los más afectados también están los conductores de los autobuses. Al menos 30 chóferes públicos han fallecido en Reino Unido desde el inicio de la pandemia en el mes de marzo.
A pesar de estas circunstancias, el Departamento de Salud ha optado por no incluir a los trabajadores subcontratados en la lista de candidatos preferentes. El presidente del Comité de Inmunización contra la Covid-19, Wei Shen Lim, ha defendido su plan: “Esta recomendación se hizo con el objetivo de prevenir la mayor cantidad posible de muertes”.
Reino Unido ultima su plan de vacunación en un mes
Reino Unido ha comenzado a preparar su estrategia de vacunación, a pesar de que todavía no hay una fecha definitiva de lanzamiento de la vacuna contra el coronavirus. El optimismo que ha despertado la eficacia del 90% del prototipo que diseña la farmacéutica estadounidense Pfizer ha acortado los plazos. Entre diciembre y enero podrían llegar las primeras dosis al país.
Además de este prototipo, otros proyectos como el que lidera la Universidad de Oxford y la farmacéutica Astrazeneca ultiman su última fase de ensayos clínicos y comprobaciones de los reguladores sanitarios para lograr un lanzamiento en las mismas fechas.
España aún no ha publicado su plan de vacunación oficial
El Gobierno de España todavía no ha movido ficha. Aún no ha anunciado cuáles serán los colectivos que recibirán antes el antígeno. Sin embargo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha puesto el foco también en las personas más vulnerables y en el personal sanitario durante sus últimas intervenciones en los medios.
La Unión Europea también trabaja en unas recomendaciones para que los países miembro puedan orientarse en sus campañas de vacunación. La Comisión Europea quiere proteger especialmente a los mayores de 60 años, los profesionales sanitarios, los cuidadores de ancianos o los colectivos sociales más desfavorecidos.