España pelea en el Eurogrupo por hasta 200.000M a coste europeo
El grupo vuelve a reunirse esta tarde para desbloquear un plan de acción conjunta contra la crisis, que estaba valorado en medio billón de euros
Los ministros de Economía y Finanzas europeos, el Eurogrupo, vuelven a sentarse el jueves por la tarde tras el fiasco del martes para tratar de pactar una respuesta coordinada entre todos los países ante la emergencia sanitaria generada por el coronavirus y que podría alcanzar los 500.000 millones.
España, aunque en principio habría flexibilizado sus exigencias y retirado como línea roja la utilización de los coronabonos, va a necesitar sin embargo captar un importante volumen de recursos para combatir la crisis y reavivar luego la economía; por lo que es clave que Nadia Calviño, que representa a España en la reunión, saque adelante un buen acuerdo, que, además no huela a rescate.
Credit Suisse calcula que entre el déficit que puede generar la emergencia sanitaria, el parón económico y los vencimientos de deuda y otros compromisos a los que se enfrenta España en 2020, esas necesidades se acercarán a los 200.000 millones; la mitad derivada del desfase presupuetario por los efectos del Covid-19.
Sin fuentes de financiación compartidas entre todos los países europeos, que es lo que serían los coronabonos, España tendrá que acudir al mercado a captar todos esos recursos, financiándose a tipos de interés más elevados que otros socios europeos.
Sin un buen acuerdo, ese sobrecoste se arrastrará durante años, porque aumentará no solo el volumen de deuda, sino el pago de los intereses, cuyo abono está blindado legalmente por La Constitución. Y la reflexión de España es que no es solidario que la crisis sanitaria genere un lastre mayor a largo plazo sobre unos países que sobre otros (como Alemania, u Holanda, menos endeudadas y con mejor calificación crediticia); al menos sobre las emisiones que estén directamente relacionadas con la crisis sanitaria.
Durante las semanas que llevamos de estado de alarma el coste de financiación de España ha subido. Las últimas subastas han doblado el coste en intereses de la deuda respecto al que existía antes del 14 de marzo para emisiones similares.
Aunque los tipos de interés son históricamente bajos, esa subida provocaría que financiar el déficit que se teme que nos genere la crisis en 2020 nos obligaría a pagar 268 millones al año más en intereses. Si se suma las necesidades de refinaciación que Crédit Suisse estima, la cifra podría ser el doble: 536 millones.
Por ello, cualquier fondo de apoyo que apruebe el Eurogrupo, debería tratar de mitigar el sobrecoste en intereses que pagan estados como España o Italia. En paralelo, algunos expertos apuntan que deberían ser fondos que no computen dentro del cálculo habitual de la deuda.
Más de un 2% del PIB hipotecado cada año
España ha llegado a la crisis sanitaria con su músculo financiero bastante tocado, con una economía endeudada al 95,5%, y un déficit superior en más de un 2% al que se había comprometido el Ejecutivo. Los analistas coinciden en que la crisis elevará la proporción de endeudamiento por encima del valor de nuestra economía. En paralelo, también impulsará el peso de los intereses sobre el PIB y sobre los ingresos del Estado; limitando la capacidad para repartir gastos a futuro.
En octubre, antes de que ni siquiera China hubiera descubierto la Covid-19, el Ministerio de Economía enviaba a Europa la previsión de que durante 2019, el pago de intereses, sin tener en cuenta a las corporaciones locales equivaldría a 28.118 millones de euros. En el proyecto de Presupuestos presentado en febrero de 2019, la cifra que preparó el equipo de María Jesús Montero era de 31.398 millones de euros.
Con los cálculos adelantados por Economía a Bruselas, el pago de intereses equivalía al 2,3% del PIB. El ministerio liderado por Nadia Calviño anticipaba entonces que sea proporción se reduciría al 2,2%. Una previsión que, con el cambio de escenario macroeconómico, será imposible lograr.