Los 750.000 millones del BCE alejan a España del rescate
Los inversores mantienen abiertos los mercados de financiación para la deuda española, con una prima de riesgo cinco veces inferior a la de 2012 y cayendo
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, defendía este miércoles que España no necesita solicitar el rescate, a pesar de la fuerte presión que las cuentas públicas van a sufrir por las medidas extraordinarias adoptadas para controlar la expansión del coronavirus.
Calviño argumenta que los inversores siguen financiando a España. De hecho, a pesar de la inestabilidad y de las medidas de choque aprobadas, la prima de riesgo se mantiene muy lejos de los niveles en los que el Gobierno español tuvo que solicitar fondos para recapitalizar al sector financiero en 2012. En concreto, actualmente el plus de intereses que se le exige a la deuda española es mas de cinco veces inferior a los máximos de aquel verano.
La primera de riesgo actual ronda los 118 puntos, frente a los 637 que llegaron a verse en julio de 2012. Y no es su nivel máximo en el último mes. El pico se marcó el 18 de marzo en los 148 puntos, un día antes de que el BCE pusiera orden en el mercado.
Christine Lagarde corta el riesgo
A diferencia de lo que sucedió en 2012 -los tipos que se exigían a España hacían imposible captar recursos-, ahora el Banco Central Europeo (BCE) está ejerciendo de dique. El organismo que preside Christine Lagarde ha puesto en marcha un fondo específico por 750.000 millones para comprar deuda, pero sin limitaciones por nacionalidad. Este punto es muy diferencial respecto al programa de adquisiciones que ya existía, que estaba limitado por el peso de cada país en el BCE (el más elevado es el alemán), ya que da más margen al organismo para defender el bono de algún país especialmente castigado.
Lagarde, además, sigue una estrategia para ganar tiempo y está forzando a la banca a que asuma riesgos. Las distintas medidas que ha ido adoptando, relajando algunos requisitos de capital, es una manera de impulsar a las entidades financieras a que, de alguna manera, y sin eurobonos, ellas mutualicen el riesgo. El supervisor quiere que los bancos asuman el riesgo de prestar con más margen de error. Y si se cumple el escenario de una recuperación económica en V o en U, que son los que manejan prácticamente todos los economistas, solo una parte del crédito que se firme ahora con empresas será fallido.
España ya ha probado el mercado de deuda desde que comenzara la crisis. El pasado 19 de marzo, el Tesoro emitió bonos a distintos plazos y consiguió colocarlos -pagando más intereses, eso sí-. Este es uno de los puntos que preocupa al Ejecutivo: el abono de intereses extra que puede suponer la crisis y que condicionará las cuentas públicas en los próximos años. España debe casi 1,2 billones de euros, y todavía es complicado calcular hasta dónde se irá esta cifra por el coronavirus. Hoy jueves el Tesoro vuelve a probar el mercado, con varias emisiones con las que captar hasta 6.000 millones.
Aunque los bonos a diez años mantengan un sobrecoste de 118 puntos básicos sobre Alemania, eso quiere decir que por cada 1.000 millones de euros más de deuda, pagaremos 118 millones más en intereses en diez años que la primera economía de la zona euro; que es mucho más grande, por lo que su esfuerzo financiero para abonar el mismo importe es incluso más bajo.
Teniendo en cuenta que compartimos una misma moneda -el euro-, que impide recurrir a devaluaciones, las emisiones de coronabonos evitarían estas diferencias; que son especialmente dolorosas en estos momentos, en los que la urgencia se debe a una crisis sanitaria y no a un mala gestión económica individual de un país.
Alemania continúa financiándose a tipos negativos (las emisiones le salen gratis en intereses) incluso en este momento. De acuerdo con EFE, este miércoles captó 2.719 millones de euros en bonos a cinco años a una rentabilidad media del -0,66%.