La CNMV dicta la sentencia de DIA
Pese a la reunión de Fridman con fondos, analistas y minoritarios, la llave de DIA la tiene la Comisión Nacional del Mercado de Valores
El camino de la opa de Mikhail Fridman (Letterone) sobre DIA se ha hecho largo. Inició el proceso la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), dando luz verde a la operación, y ahora parece que volverá a ser el regulador quien tome la última decisión de calado.
Fridman y sus hombres, Stephan Ducharme y Sergio Dias, se han reunido desde el visto bueno (28 de marzo) de Sebastián Albella, presidente de la CNMV, con todo tipo de accionistas, desde fondos de inversión hasta accionistas minoritarios, con el objetivo de convencerles de que vendan sus acciones a 0,67 euros.
Pero el poco apoyo al plan del fondo Letterone, a quien siempre criticaron pagar un precio realmente bajo por la cadena de supermercados, lo ha condicionado todo. Muchos accionistas entraron en DIA cuando las acciones costaban cerca de tres euros, e incluso el propio Fridman compró acciones de la compañía a un precio muy superior la última vez, antes de lanzar la opa.
El calendario vuelve a extenderse
La poca aceptación que Fridman ha recibido para sacar adelante su plan de control sobre la compañía ha provocado en varias ocasiones que el calendario para la opa se modifique. La ley marca que el plazo para que finalice una opa no puede sobrepasar los 70 días desde el ok del regulador, lo que ha permitido a Fridman jugar con los plazos.
La primera prórroga se solicitó el 17 de abril. Letterone comunicó un cambio en la fecha marcada en rojo para terminar su opa (entonces era el 23 de abril) sobre la cadena de supermercados. Ante la poca aceptación de su plan (4,64%), reconocida públicamente, el magnate ruso extendió el periodo para que los accionistas contestaran sí hasta el martes 30 de abril.
Con el nuevo calendario y más tiempo para convencer a los accionistas, la segunda prórroga se solicitó el 26 de abril. El periodo de aceptación se extendió hasta el 6 de mayo, aunque no reveló cuántas acciones había sumado hasta el momento para llegar al 35,6% necesario.
Fridman ha jugado con el calendario con el objetivo de no verse obligado a subir el precio de la opa
Y, con este contexto, se llegó a la tercera solicitud a la CNMV. Letterone, con el pretexto de que DIA ha sufrido un fuerte deterioro de su negocio durante los tres primeros meses del año, rogó un cambio al regulador: rebajar el umbral de apoyos desde el 35,6% necesario al 21%, es decir, necesitar únicamente la mitad de los votos más uno para sacar adelante la opa.
La solicitud paralizó el calendario de la opa. El 6 de mayo ya no era la fecha última del periodo de aceptación, ya que, mientras que la CNMV no conteste, el contrareloj está parado. Esto puede provocar que la cadena se puede encontrar con que llega a la fecha del primer vencimiento de los créditos con la banca sin haber decidido la opa y sin la liquidez necesaria para seguir con su actividad.
Pero es que Letterone sabe que esta jugada es decisiva. La propuesta le favorece enormemente, ya que Fridman tiene el 29% de las acciones que le convierten en primer accionista, además del 1,6% extra que le dará el consejo de administración, sumando la autocartera y las acciones de los consejeros. ¿Qué significa esto? Que apenas sumando a fondos instituciones (Boussard and Gavaudan o Credit Suisse) el umbral casi se alcanza.
La CNMV siempre, criticada
Con estas peticiones, se llega a este lunes, quizá martes, como día decisivo. Y es la CNMV, también criticada por su papel en DIA, la encargada de tomar una postura. Debe considerar si los 0,67 euros que quiere pagar Fridman, que supone valorar la compañía en 460 millones de euros, son un «precio equitativo».
El visto bueno del regulador es algo que molesta a muchos accionistas, sobre todo a los minoritarios. Ya criticaron al presidente Albella por la celeridad con la que aprobó los términos en los que se lanzaba la opa. También se llevó reproches por no hacer nada ante la caída de DIA en bolsa, atosigada por los bajistas, que especularon con la acción y ganaron dinero con la debacle de la cotización.
La CNMV únicamente salió en público para pronunciarse sobre la crisis de la cadena de supermercados, cuando recordó a Goldman Sachs, sospechoso de haber tumbado la acción de DIA, que debía ser neutral en la junta de accionistas, en la que se decidía el futuro de la compañía.