Fridman (DIA) apuntala su imperio a base de petróleo
El holding de Fridman, que tiene la participación en DIA, aumentó sus beneficios durante 2018 con sus divisiones de gas, petróleo y telecomunicaciones
Tras lanzar el SOS a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para que allanara el camino a la opa sobre DIA, que sigue sin encarrilarse, Mikhail Fridman se consoló nuevamente con los resultados de sus negocios internacionales. Esta vez no fueron sus supermercados rusos quienes le dieron una alegría, sino su holding Letterone, formado por sus hombres de confianza y donde concentra las actividades de gas, petróleo y telecomunicaciones.
Este conglomerado de empresas, donde posee la participación en DIA (29%) que le lleva a ser primer accionista de la cadena de supermercados, reveló sus números ante el Luxembourg Business Registers (equivalente al Registro Mercantil en España) el pasado lunes 29 de abril.
En la documentación consultada, Letterone reconoce un incremento de sus beneficios, que se situaron en 609 millones de dólares (el 21,89% más que el año anterior), más del doble de lo que está dispuesto a pagar por DIA (296 millones de euros que equivalen al 70% que no controla).
Gran parte de ese resultado llegó gracias a la petrolera DEA Deutsche Erdoel AG, creada el pasado año después de que Letterone y BASF, la empresa química más grande del mundo, fusionaran sus negocios de petróleo y gas. El objetivo, según explicaron desde el fondo luxemburgués, era crear «la mayor compañía europea independiente de exploración y producción» con actividad en 12 países de Europa, América Latina, África del Norte y Oriente Medio.
Letterone Holdings está afincado en Luxemburgo, aunque fue creado en 2013 desde las Islas Vírgenes Británicas por la sociedad Alfa Finance Holdings. Los activos del conglomerado se incrementaron en 2018 en aproximadamente 100 millones de dólares, hasta los 7.990 millones.
Letterone no es sólo petróleo
Letterone Holdings también es tenedor de gran parte de otros negocios de Fridman, a quien se le considera uno de los hombres más poderosos de la Europa del Este y, según publicó Forbes en marzo, la persona rusa más rica de Reino Unido, donde reside. En sus resultados se cita expresamente al negocio de telecomunicaciones de L1T VIP Holdings Sarl, representante de la teleco Veon, la antigua Vimpelcom.
Esta compañía, una de las operadoras de telefonía con importante presencia en Rusia ha estado en el ojo del huracán en los últimos años. Fue multada en febrero de este año con 836 millones de dólares, la segunda mayor sanción de la historia por este delito, por pagar sobornos a familiares del presidente de Uzbekistán.
Fridman también mantiene participaciones en entidades americanas. Conocidos son los 200 millones de dólares que inyectó en la californiana Uber, en 2016, cuando al frente de la compañía todavía estaba Travis Kalanick. También participa de Freedompop, otra teleco en la que invirtió 50 millones de dólares en 2016 y que abandonó España a finales de año.
Fridman y los hombres de Putin
La junta directiva de Letterone Holdings está compuesta por diez hombres desconocidos en España, pero que han generado mucho ruido en el resto del mundo. Se les ha señalado por ser muy cercanos al presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Y es que alguno de los consejeros de Letterone Holdings, como Richard Burt o Petr Aven, según explicó hace unos meses The Washington Post, trabajaron con el Kremlin para influir en el gobierno de Donald Trump.
La información hacía alusión a las revelaciones del fiscal especial Robert Müller, responsable del informe en el que se analiza lo que ya se conoce como «injerencia rusa» y su efecto en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos.
En esencia, se acusa a Alfa Bank, el conglomerado financiero de Fridman en el que Aven también es consejero, de estar detrás de Trump y los supuestos ataques a los servidores de Hilary Clinton.
Desde Alfa Bank, por su parte, siempre han negado estas acusaciones. “Ni Alfa Bank ni sus directores, incluidos Mikhail Fridman y Petr Aven, tienen o han tenido contacto con el Sr. Trump o sus organizaciones», contestaron a The Guardian hace más de dos años.