Gimeno vincula la corrupción en El Corte Inglés con las hermanas Álvarez
El expresidente de El Corte Inglés se querella contra el antiguo responsable de seguridad, Fernández-Cernuda, por adjudicar contratos a empresas familiares
Segundo asalto judicial en apenas una semana en la batalla de El Corte Inglés (ECI). Dimas Gimeno impugnó el lunes el consejo que acabó con su destitución y este miércoles volvió a la carga con una querella contra el exresponsable de seguridad, Juan Carlos Fernández-Cernuda, acusándolo de corrupción. Es sólo un disparó que rebotara hacia arriba, hasta las hermanas Álvarez también implicadas en el proceso judicial.
La querella se dirige contra Cernuda, su madre y Joaquín Domingo Martorell. Los dos últimos son los propietarios del grupo de seguridad Mega-2, a la que ECI otorgó contratos en el área de seguridad por precios que triplicaban el valor de mercado, tal y como destapó Economía Digital. “Se denuncian presuntos delitos de corrupción entre particulares y delitos societarios”, explican fuentes implicadas.
El entorno de Gimeno añade que la asignación se habría realizado con el beneplácito del consejero Florencio Lasaga. Por ello, lo citará como testigo en el procedimiento además de a Juan Ignacio Lamata, responsable del canal ético de los grandes almacenes. No se descarta que la investigación se extienda a ellos en caso de encontrarse indicios suficientes.
Gimeno pide se investiguen las vinculaciones empresariales de Marta y Cristina Álvarez con Cernuda
Sin embargo, el expresidente de El Corte Inglés guarda otra sorpresa en el cajón, según ha podido saber Economía Digital. También pedirá que testifiquen como testigo tanto Marta como Cristina Álvarez, las otras herederas de Isidoro Álvarez y con las que tiene una guerra abierta. “Existen numerosas vinculaciones societarias entre las dos hermanas y Cernuda, pediremos que se investigue”, revela su círculo.
En el entramado empresarial elaborado por el exresponsable de seguridad y expolicia, comparte tres empresas con las Álvarez: Astural Caza Menor, Patrimonial Zurbaran y Fuentelamora, tal y como informó Eldiario. “Veremos si estos vínculos están relacionados con las negativas anteriores a investigar la contratación del departamento”, añaden.
Las hermanas Álvarez siempre fueron reticentes a poner la lupa en la división. De hecho, Cristina Álvarez es miembro de la comisión de auditoría y fuentes internas de ECI señalan que las pegas fueron habituales.
Hasta Ernst & Young se desentiende de El Corte Inglés
La sospecha de la corrupción se estrenó en los grandes almacenes después de que el presidente recibiera varias denuncias anónimas. La alerta se llevó a la comisión de auditoría, que encargó a José Antonio Rodríguez Gil, un ejecutivo contratado por Lasaga, un estudio de la situación.
La complejidad del caso hizo que se pidiera también una auditoría externa a Ernst & Young. Tras meses de estudio, la firma solicitó una prórroga para entregar las conclusiones de su análisis, pero este mismo junio paralizó las pesquisas ante las dificultades y las constantes denuncias de corrupción.
Una trama de facturas hinchadas
Las investigaciones se centran en el antiguo director de la división de seguridad, Juan Carlos Fernández-Cernuda, por haber adjudicado contratos a empresas de familiares como el Grupo Mega-2, encabezado por su propia madre. No obstante, las sospechas de las fuentes consultadas por Economía Digital se extienden hasta Florencio Lasaga, consejero de la compañía y presidente de la Fundación Ramón Areces, el primer accionista de El Corte Inglés (37,3%).
Como informó Economía Digital, algunas facturas realizadas por el grupo Mega-2 triplican los precios de la obra y los materiales de las ofrecidas por la competencia. Todos los convenios están firmados por la Dirección Central de Seguridad en Hermosilla. “Ni los responsables de seguridad de cada centro comercial, ni siquiera los gerentes de cada establecimiento tienen nada que ver, les pasa por encima”, explican fuentes internas.