Fomento contrata a Sacyr y FCC para echar a Abertis de la AP-7
El Gobierno ha adjudicado provisionalmente el mantenimiento de la AP-7 y la AP-4 a partir del 1 de enero y ha dejado de lado a Abertis
El Ministerio de Fomento y Abertis, el primer operador de autopistas de pago de España, están a la greña por el fin de los peajes. El 31 de diciembre termina el contrato de Aumar, filial de Abertis que gestiona la AP-7 sur y la AP-4, y el Gobierno levantará las barreras. Lo hará con un recado a la empresa controlada por Atlantia y Florentino Pérez (ACS), a la que dejará sin el contrato de emergencia para el mantenimiento de las autopistas.
El Gobierno en funciones ha contratado esta semana a Sacyr, Matinsa (filial de FCC) y API Movilidad para ocuparse de las tareas de mantenimiento de la AP-7 y AP-4 provisionalmente, mientras se adjudican definitivamente. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y su equipo, lanzaron con retraso el concurso para la conservación y el mantenimiento de las autopistas cuyo peaje desaparece. Por ello, estaba obligado a hacer un contrato de emergencia, un contrato puente mientras llega el nuevo contratista.
Inicialmente, se dio por hecho que el contrato sería para Abertis. La razón era que había un precedente: hace un año, pasó lo mismo con la AP-1 y quien tomó provisionalmente el mantenimiento fue Itinere, el hasta entonces gestor del peaje. Era una decisión que tenía lógica, pues la compañía conocía perfectamente las tareas y, además, evitaba dos cambios de empresa.
Fomento rompe ahora esa lógica con la AP-7 sur, de Cambrils (Tarragona) a Alicante, y la AP-4 de Sevilla a Cádiz, cuyo contrato no será para Abertis. Pero no es de extrañar. Como adelantó Economía Digital, Fomento abandonó esa idea en el momento en el que la empresa que dirige José Aljaro impugnó el concurso para la adjudicación del mantenimiento durante dos años.
Se trata de la licitación de la conservación de dichas autopistas, que ya arrancó con retraso. Abertis la impugnó porque la cifra de empleados de Aumar que seguirán trabajando en la infraestructura no cuadra con la que tenía prevista. El recurso ha parado el proceso y retrasará todavía más la adjudicación, por lo que el contrato de emergencia durará más y las empresas agraciadas —se da sin concurso público— facturarán más. Por ello, premiar a la compañía que alargó el concurso parecía extraño.
Dos constructoras para suplir a Abertis
El Ministerio ha elegido esta semana sus alternativas a Abertis. Serán tres empresas distintas las que harán el mantenimiento de las autopistas de Aumar hasta su adjudicación definitiva. Sacyr se quedará con la AP-7 en Tarragona y Castellón y Matinsa, filial de FCC, con la AP-7 en Valencia y Alicante. API Movilidad se ocupará de la conservación de la AP-4 a partir del 1 de enero de 2020.
Llama la atención que, para castigar a Abertis, el Gobierno haya elegido a filiales de dos grandes constructoras: la de Carlos Slim y la que preside Manuel Manrique. Y es que una de las perjudicadas es otra constructora, ACS. El gigante de la obra pública que controla Florentino Pérez tiene el 30% de Abertis, mientras que su filial alemana, Hochtief, tiene otro 20%. La mano derecha del presidente del Real Madrid, Marcelino Fernández Verdes, es el presidente de Abertis.