El ‘jefe’ del taxi de Madrid es aliado de Uber en Barcelona
El presidente de la Ciudad del Taxi de Madrid apoya la expansión de Uber en Barcelona, que esta semana anunció la incorporación de otros 200 vehículos
La guerra del taxi continúa pese al decreto del ministro socialista José Luis Ábalos. Uno de los enclaves donde se disputa es Barcelona, ciudad en la que se impulsó el reglamento más restrictivo contra las licencias VTC — las que utilizan Uber y Cabify — para blindar al taxi y en la que se iniciaron las protestas que se trasladaron al resto de ciudades de España. Será allí donde Uber pondrá en marcha en pocos días su última expansión. Lo paradójico es que lo hará gracias a históricos empresarios vinculados al taxi.
Uno de los nombres que más suena en esta operación es el de Jesús Ramos Fernández, hasta ahora inadvertido entre los grandes tenedores de licencias VTC. Forma parte de una familia de taxistas y es presidente de la Ciudad del Taxi de Madrid, taller mecánico de referencia en la capital en el que tiene como socios a otros tres empresarios: su hermano José, Alberto Fernández García y Jesús Manuel Serrano Díez.
Ramos Fernández, que asegura gestionar aproximadamente 600 licencias de taxi, también es accionista mayoritario de Invertaxi, situada en el mismo domicilio que la Ciudad del Taxi, o Creditaxi. Esta última se dedica al alquiler de licencias de taxistas jubilados en Madrid, con un modus operandi que enciende los ánimos de algunos taxistas: en lugar de vender su licencia, el taxista jubilado otorga poderes a la empresa, que se encarga de buscar conductores, formalizar seguros y gestionar el dinero recaudado.
Jesús Ramos Fernández (izquierda, con camisa blanca) en la presentación de un acuerdo entre Nissan, Ciudad del Taxi y el Ayuntamiento de Madrid. Foto cedida
Luego, según explican diferentes fuentes del sector, ofrece una rentabilidad mensual a los taxistas jubilados y contratan a conductores noveles, a quienes “presionan” para que facturen el máximo dinero posible, lo que les lleva a realizar largas jornadas laborales.
El romace entre Ramos Fernández y Uber
Ramos Fernández y su entorno expandirán ahora su flota de vehículos en Barcelona, pero no lo harán con licencias de taxi, sino con autorizaciones VTC. El empresario hace años que apostó por jugar a dos bandas, diversificando sus inversiones en el negocio de autorizaciones de arrendamiento con conductor. Los datos del ministerio de Fomento revelan que cuenta al menos con más de 100 licencias repartidas en distintas sociedades: Iwacar Medina De Pomar Sl (19), la propia Ciudad del Taxi de Madrid (49) y Mobiliti Taxi And Vtc Gets 1 (50).
“Le han concedido otras 50 autorizaciones, que entraron a operar hace muy poco. Serán coches eléctricos, algunos Tesla”, explica alguien muy cercano al empresario. Las autorizaciones habrían entrado a operar en octubre, mes en el que el Ministerio de Fomento confirmó la entrada de 942 VTC más en España, situándose en 12.142 VTC en España, frente a las 11.200 que Fomento registró en septiembre.
Ramos Fernández confirma la operación a Economía Digital, aunque el número de licencias solicitadas en Cataluña serían muchas más. De acuerdo a datos de la Generalitat que este medio ha podido consultar, habría solicitado 150 licencias: 50 a título personal, 50 a nombre de la Ciudad del Taxi y otras 50 a nombre de la sociedad Publicidad y Marketing España, de la que también figura como administrador único.
Su expansión en Barcelona llegará de la mano de Uber, con quien opera habitualmente. La tecnológica estadounidense anunció esta semana que crecería en la capital catalana y en otras 30 de la provincia de Barcelona. Afirmó, además, que dentro de muy poco se unirán a la plataforma unos 200 nuevos vehículos, motivo por el cual necesitaba incorporar “de forma inmediata” a 400 conductores.
El crecimiento de Uber es el más fuerte anunciado hasta el momento, después del de Andalucía, donde quiere terminar el año con más de 800 conductores. Mientras, en la capital catalana, donde regresó en marzo, asegura haber triplicado su demanda y estar preparada para competir con su máximo rival en España, Cabify, que cuenta con gran presencia en Barcelona.
Los taxistas pro-Uber
Tanto Jesús Ramos Fernández como su hermano y el resto de socios están conectados con todos los jefes del taxi, empresarios que se unieron al boom de las VTC tras la liberalización del mercado. Tiene relación con José Antonio Parrondo, otro de los grandes del sector, a quien vendió Gest VTC Service, una de sus sociedades tenedoras de autorizaciones VTC (70).
Parrondo, que ocupó la presidencia de la Asociación Gremial de Madrid durante tres años (2007–2009), maneja aproximadamente 2.500 licencias VTC en toda España. Lo hace a través de Auro New Transport Concept, anteriormente conocida como Gestaxi, donde cuenta con inversores del mundo start-up, como Félix Ruiz y Zaryn Dentzel (ex Tuenti) y Hugo Arévalo (ex Hawkers).
Parrondo y Ramos forman parte de una larga lista de empresarios que están en el punto de mira de muchas asociaciones de taxistas, que les consideran «unos traidores”, además de “especuladores” por haber obtenido autorizaciones VTC al precio administrativo (32 euros aproximadamente) para venderlas luego a 50.000 y 60.000 euros.