Pallete pone a salvo a Telefónica de la guerra de tarifas
En un mercado en el que los clientes cambian cada vez más de compañía, Movistar no sufre en sus líneas de negocio vitales
Las promociones infinitas son una política de captación de clientes insostenible. La tesis se ha defendido en menos de 20 días desde las tres principales operadoras, Telefónica, Orange y Vodafone. Pero solo la primera de ellas, con los números en la mano como aval, ha sido la que ha dado el paso y ha entendido que esta no es su guerra.
Telefónica anunció que eliminará una de sus ofertas más agresivas y cambiará su política comercial a partir de octubre. El movimiento se justificó: ya ha cumplido sus objetivos al compensar con ingresos minoristas (de clientes) el dinero que ha dejado de percibir de Vodafone, que renunció a emitir el fútbol y, por tanto, pagar a Movistar en el mercado mayorista por recomprar los derechos.
A falta de que a finales de octubre se calcule exactamente qué impacto tiene la renuncia de la cadena británica, la tendencia de estos seis meses revela que la compañía azul, pese a ser la que más abonados tiene (3,9 millones), sigue captando más.
En concreto, Movistar sumó 87.000 clientes desde que arrancó el año; Vodafone, con una base de 1,3 millones de clientes en su televisión de pago, se estancó y registró 32.000 bajas durante el primer trimestre del año (último dato disponible), y Orange, tercera con poco más de medio millón de suscriptores, no reveló su resultado.
El mercado convergente es el punto fuerte de Movistar
Son cifras que explican parte del buen resultado que la operadora azul también registra en el mercado convergente, donde, además de televisión, los clientes contratan de manera agrupada los servicios de fibra y móvil. Movistar ganó 56.000 clientes Fusión — nomenclatura utilizada por la teleco — durante los seis primeros meses (+1,3%) del año; Orange, que tiene un base inferior, se hizo con 51.000 (+1,6%), y Vodafone fue el único que perdió clientes, con 17.000 bajas.
Esta partida es de suma importancia por el efecto multiplicador que suponen dichos clientes, al aportar más valor que cualquier otro. Movistar es el que más los exprime, al recibir 89,5 euros por cada uno de ellos, mientras que Orange obtiene 58,1 euros. Vodafone no detalló en sus últimos resultados cuánto ingresó de cada cliente convergente en España.
La prueba de fuego: la portabilidad
El último termómetro que muestra la resistencia de Movistar en el mercado es la tasa de cancelación de líneas móviles, en un momento en el que los clientes, seducidos por el low cost, son más infieles que nunca.
De acuerdo a los datos de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), la compañía registró una tasa de cancelación de líneas móviles (churn) del 0,88% en junio, la más baja del mercado. Este resultado se repitió en cada uno de los seis meses del año.
En frente, con ratios superiores, están Vodafone (1,46%), Orange (1,15%) e incluso MásMóvil (1,40%), que tiene un porcentaje bastante elevado a pesar de ser la compañía que está liderando el robo de clientes desde que arrancó el año.
El mercado de la portabilidad — clientes que saltan de una compañía a otra — no deja de registrar máximos históricos. Los datos del regulador revelan que cada mes aproximadamente medio millón de clientes se cambian a la competencia. En lo que va de año se han registrado más de 3,6 millones de migraciones.