Seat y VW ralentizan la desescalada en sus fábricas
La debilidad de la demanda obliga a las marcas a ralentizar los planes operativos de sus centros españoles. Solo el nuevo Seat León sigue el ritmo previsto
Los planes de producción de Seat Martorell y Volkswagen Navarra dibujados sobre el papel tardaron poco en desmontarse. Las dos grandes fábricas del grupo Volkswagen en España retomaron la actividad bajo mínimos a finales de abril y dos semanas después ya comprueban como la débil demanda de coches provoca retrasos en la paulatina vuelta a la normalidad. La solución: retrasar el inicio de algunos turnos señalados en el calendario.
La fábrica de Seat en Martorell (Barcelona) arrancó el lunes 27 de abril con solo un turno de actividad en sus tres líneas de producción. Además, la franja funciona al 33% de su capacidad con tal de garantizar la distancia de seguridad entre trabajadores y garantizar que se cumplen las condiciones de precaución ante posibles contagios de coronavirus.
En su hoja de ruta, la empresa que ahora dirige Carsten Isensee pretendía incorporar un segundo turno de producción en todas las líneas a partir de este lunes. Sin embargo, solo se hizo con la plataforma que ensambla el Seat León, donde conviven el modelo viejo con el nuevo, en plena fase de lanzamiento y con mucha demanda en concesionarios y expositores.
Seat Martorell saca a la carretera alrededor de 271 coches al día
Las cifras del Seat Ibiza, el Seat Arona y el Audi A1 no son tan positivas, a pesar de que la compañía ha continuado vendiendo coches incluso durante el mes de abril, con las tiendas de muchos países cerradas. Por ello, el segundo turno de las líneas que elaboran estos modelos todavía no tiene fecha de vuelta, explican fuentes sindicales. Las mismas voces señalan que es probable que el tercer turno del Seat León también se postergue.
En la primera fase, la producción máxima de Martorell es del 33%, unos 271 coches al día.
Una situación similar vive la planta de Volkswagen en Landaben (Navarra). La instalación tenía previsto arrancar esta semana con el segundo turno de producción, pero por el momento ya anunció que retrasaba siete días esta nueva franja de trabajo.
Así lo informó el director de logística del centro, Alfonso Eslava, a la plantilla en una reunión con la Comisión Sindical de Seguimiento. Aunque en principio el turno de tardes se retomará el próximo lunes, fuentes del sector no descartan un nuevo retraso si la demanda no muestra ningún síntoma de recuperación en los principales mercados en los que se comercializa el Volkswagen Polo.
Las ventas en España, detenidas
Ambas marcas sufren una sangría de ventas al estar sus principales mercados prácticamente detenidos. España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania cerraron sus concesionarios durante semanas por la Covid-19 y solo ahora retoman la actividad aunque todavía con restricciones.
Tras una caída del 70% en marzo, las ventas de automóviles se desplomaron un 96,5% en abril respecto al mismo mes del año pasado. En el país únicamente se matricularon 4.163 coches por lo que el primer cuatrimestre se cerró con un descenso del 49% frente a 2019.
«Las escasas matriculaciones responden a compromisos previos que se han formalizado en las últimas semanas», explica Ganvam, la patronal de distribución del sector. «En todo abril se han registrado los coches que se matriculaban en un solo día antes del confinamiento», zanja la organización.
Con las cifras en la mano, el automóvil pide al Gobierno un plan de ayudas específico para el automóvil. En una reunión mantenida la semana pasada, el presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos, pidió a la ministra de Industria, Reyes Maroto, «un mensaje a las casas matrices internacionales de que España es un país que se preocupa por su industria de automoción, que cuida sus fábricas y vela por su mantenimiento y competitividad».
En la carta al Gobierno, la patronal pidió un paquete de ayudas a la venta y medidas vinculadas a la producción como la llegada de créditos blandos que otorguen liquidez al sector, el aplazamiento en el pago de impuestos de forma inmediata, un cambio en la fiscalidad del automóvil y nuevos incentivos para el impulso de la Industria 4.0 y el vehículo de cero emisiones.