El coronavirus hunde la venta de coches al peor nivel en 25 años

El impacto del Covid-19 en el sector del automóvil ya tiene cifras. Con todas las fábricas de coches de España y los concesionarios cerrados, la patronal calcula que se dejaron de vender hasta 45.000 coches nuevos desde el inicio del estado de alarma. El desplome llevó a la industria al peor mes de marzo desde que existen registros (1996)​ y el peor mes desde septiembre de 2012, en plena crisis económica. El virus, aseguran, puede llevarse por delante más del 30% del negocio del año.

El presidente de Faconauto –la patronal de los concesionarios–, Gerardo Pérez, cifra en 45.000 los coches nuevos que se dejaron de matricular; una cifra que se eleva hasta los 75.000 si se tiene en cuenta el mercado de segunda mano. Según las cifras del mes de marzo, la comercialización se desplomó un 70% en España hasta los 37.644 automóviles frente a los 122.659 del mismo periodo del año anterior.

En una entrevista concedida a Europa Press, el dirigente patronal calculó que los concesionarios habrán dejado de ingresar alrededor de 2.500 millones de euros una vez termine el estado de alarma decretado por el Gobierno.

Como explicaba la propia Faconauto a Economía Digital, la caída del negocio en 2020 superará el 30%, según los análisis más optimistas. Así, los 1,25 millones de coches entregados a lo largo de 2019 se recortarían hasta 750.000. “Todo dependerá de cuando se pueda volver a la actividad, pero es seguro que los meses de abril mayo y junio serán muy duros”, auguró Pérez.

Las cifras de China ya pusieron sobre aviso 

Las cifras de España no son una sorpresa. Solo hacía falta mirar a China para comprobar el efecto: las matriculaciones bajaron un 80% durante el mes de febrero en el país, el periodo de más afectación por el virus. Por ejemplo: Volkswagen AG –la matriz de Seat— informó hace dos semanas de que las ventas en el gigante asiático se redujeron un 74% durante el segundo mes del año.

«El colapso de las ventas en China en febrero es extremadamente alarmante y sin comparación», señalaba Frank Schwope, analista de la entidad germana Norddeutsche Landesbank. Y ya avisaba: «puede extenderse en los meses de marzo y abril a otros países importantes en los que la vida social se detenga durante semanas».

Como no podía ser de otra manera, fue el caso de la propia España, que cerró los concesionarios con el estado de alarma, a la espera si el resto del Viejo Continente toma nuevas medidas. En Italia, por ejemplo, las ventas en las primeras semanas de marzo se recortaban alrededor del 90%.​