El fondo que tumbó a Cebrián saca petróleo en Prisa
Amber, el fondo del vicepresidente no ejecutivo de Prisa, Joseph Oughourlian, se anota plusvalías en su sociedad luxemburguesa
Los últimos años en Prisa no se explican sin la presencia de Amber. El fondo fundado por Joseph Oughourlian, actual vicepresidente del dueño de El País y la Cadena Ser, lleva tiempo aumentando su poder en la compañía, hasta el punto de forzar la salida de Juan Luis Cebrián.
De momento, ya saca petróleo a sus maniobras en el capital, según las cifras de Oviedo Holdings, sociedad de Amber domiciliada en Luxemburgo a cuyas cuentas ha accedido este medio a través del registro mercantil del Gran Ducado.
Oviedo Holdings, sociedad en la que Oughourlian tiene una tercera parte de todo su paquete accionarial en Prisa, dejó atrás los números rojos y se anotó en 2018 unas plusvalías latentes de hasta 10,25 millones de euros después de alcanzar una participación del 11,14% del grupo mediático español al cierre del ejercicio (un año antes apenas ostentaba el 1%).
El francés estructura su participación en tres vehículos inversores, además de Oviedo Holdings. Controla su participación restante en Prisa a través de Amber Active Investors Limited y Amber Global Opportunities, ambos domiciliados en Irlanda.
Pese a que la presencia de Amber en Prisa se remonta a 2010, el aterrizaje de Oughourlian en el consejo de administración no llegó hasta cinco años después. El directivo fue nombrado consejero dominical en 2015 en el grupo de comunicación al mismo tiempo que el jeque qatarí Khalid Thani Abdullah Al Thani’s, cercano a Cebrián y presidente del conglomerado de medios International Media Group.
Desde entonces, Amber, después de asistir a las ampliaciones de capital vitales para la compañía, ha ido haciéndose fuerte en el capital. Ya roza el 29% de las acciones, lo que le coloca a tiro de opa (la obligación de lanzarla llega pasado el 30%) y le convierte en el primer inversor entre un grupo de accionistas muy repartido.
A los mencionados, se unen Telefónica (9,44%), Banco Santander (4,15%), la familia Polanco, que controla el 8,3% a través de su sociedad Rucandio, el banco británico HSBC (10%) y dos inversores mexicanos: Carlos Fernández (4%) y Roberto Alcántara (5%).
Tensiones en el accionariado
La presencia de Ourghlain no ha sido cómoda para algunos miembros de la compañía. El caso más sonado es el enfrentamiento que mantuvo con Juan Luis Cebrián, fundador y director de El País durante más de una década y anterior presidente de Prisa.
El representante de Amber llegó a criticar abiertamente al hoy Presidente de Honor de El País —rol meramente institucional— hasta el punto de afirmar en 2017 que no suscribiría la ampliación de capital en la compañía mientras él continuara.
Además, no se cortó a la hora de valorar su gestión públicamente (la calificó de «fracaso») y votó en contra del paquete de acciones acordado para su salida. «¿Darle a este señor la presidencia de El País? ¿Por qué?», se preguntaba abiertamente cuando hablaba de los requisitos que impuso.
«Hemos tratado de negociar con Juan Luis pero ha sido una salida complicada, ha puesto muchas condiciones y el comité ha llegado a la conclusión de que había que cesarle», resumió.
Uno de los problemas de fondo es que Amber se siente poco representado en Prisa. Pese a tener casi un tercio de la compañía, solo tiene dos sillones en el consejo y no ha sido hasta este año cuando Oughourlian ha sido nombrado vicepresidente del grupo, después de mucho tiempo reivindicando una representación equilibrada en el consejo de administración.
Las últimas tensiones han llegado por el papel del presidente no ejecutivo, Javier Monzón, quien actualmente compatibiliza su labor en Prisa con la de director de Openbank, filial digital del Santander, donde también es consejero.
Algunos accionistas se muestran disconformes con la figura de Monzón ya que, pese a tener avalado sus cargos por el Banco Central Europeo (BCE), no encuentran estético que compatibilice su labor en Prisa con la que le pide la entidad cántabra, a la postre accionista del grupo de comunicación, además de uno de los anunciantes de referencia de El País.
Precisamente ha sido el banco presidido por Ana Botín el único que ha mantenido el pulso con Amber en el accionariado, asistiendo a las últimas ampliaciones de capital — la de 565 millones de euros para restablecer el equilibrio patrimonial y la de 200 millones para financiar la adquisición del 25% de Santillana que no controlaba — y haciendo uso de su derecho de suscripción preferente para no diluirse.
Se trata de una práctica que, en cambio, no ha seguido ni Telefónica, que ha asistido parcialmente, ni tampoco Caixabank, que ya ha desaparecido de los registro oficiales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como accionista.