El Santander, el Sabadell, BBVA… golpeados otra vez por el ladrillo
La agencia de calificación Moody's empeora su visión sobre el sector porque espera una ralentización de las ventas de activos tóxicos inmobiliarios
La banca española sigue en el ojo del huracán del mercado y de los inversores. A la espera de que el Banco Central Europeo (BCE) aporte pistas la semana que viene sobre cuál será su próximo movimiento en tipos de interés, condicionando los resultados de los bancos, Moody’s pone tensión ahora sobre el proceso de limpieza de los balances de la banca, con especial atención a Banco Santander, Banc Sabadell y BBVA.
De acuerdo con EFE, la agencia de calificación crediticia Moody’s ha empeorado este lunes su visión sobre la banca española, de positiva a estable, entre otras razones, porque considera que seguirá reduciendo su exposición al «ladrillo», pero a un ritmo más lento ya que las ventas son más pequeñas y menos frecuentes.
En los últimos ejercicios, las entidades han sido especialmente activas reduciendo el peso de sus activos adjudicados y limpiando sus balances; algo que sí que les han reconocido los reguladores, que ahora les presionan para que retengan beneficios moderando los dividendos en efectivo.
El Sabadell, de hecho, se encuentra pendiente de cerrar una de las últimas operaciones pendientes de exposición al inmobiliario, como es la venta de la promotora de Solvia.
Asimismo, Moody’s señala que cree que el capital, la financiación, la liquidez y la rentabilidad del sector se mantendrán prácticamente sin cambios. El informe ha repercutido especialmente mal en las acciones del Santander, o el banco presidido por Josep Oliu, o BBVA, que son los valores financieros que más terreno pierden a estas horas.
Como nota positiva, la calificadora destaca, además, que el entorno operativo para el sector continúa «estable» gracias a que España seguirá siendo una de las economías que más crezca de Europa.
Para Moody’s parece poco probable que cambien las condiciones de financiación y liquidez, aunque considera que la creciente demanda de crédito puede limitar que el sector siga reduciendo sus necesidades de financiación mayorista, como ha venido haciendo desde 2011.
Por último, espera que el aumento de los ingresos por comisiones ayude a contrarrestar una caída del margen de intereses, que se ve afectado desde hace tiempo por los bajos tipos de interés en la zona del euro. La evolución de este ratio podrá ser contrastada pronto, ya que el sector comenzará a presentar resultados la semana que viene.
La banca española ya lleva años trabajando para incrementar la cifra de ingresos por comisiones, principalmente las que provienen del negocio de gestión.