Uno de cada tres influencers españoles encubre la publicidad
Más del 60% de los influencers en España cree que no identificar contenidos como patrocinados no molesta a sus seguidores, según un estudio
En España, el 36% de los influencers publica publicidad encubierta, según ha revelado un reciente estudio. Pese a que la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y del Comercio Electrónico exige que «las comunicaciones comerciales realizadas por vía electrónica» sean «claramente identificables como tales», una de cada tres personalidades españolas en las redes sociales no etiqueta los contenidos patrocinados y, por tanto, no informa a sus seguidores de que ha recibido compensaciones por determinadas publicaciones.
Como si internet no se hubiera convertido ya en el campo de guerra entre contenido y publicidad (especialmente en plataformas como Instagram, Twitter, Youtube y Facebook, donde los anuncios aparecen cada vez con mayor frecuencia), el auge de los influencers digitales ha dado paso a un tipo de marketing exclusivo para explotar el alcance de los rostros conocidos de la web. Ansiosas de aprovechar la exposición de estas personalidades, miles de marcas optan por captar clientes a través de sus perfiles en las redes sociales, lo cual es válido.
Lo ilegítimo es no identificar como tal la publicidad, donde sea que la haya. Pero los influencers parecen olvidar esto cada vez que pueden. Solo el 64% de los famosos españoles en internet advierte cuando sus publicaciones son patrocinadas por una marca. Y el 61% cree que no identificar su contenido como publicitario mediante hashtags como #ad (anuncio), #sponsored (patrocinado) o #publicidad no representa una molestia para sus seguidores, según una encuesta de la agencia de marketing de influencers Samy Road.
Del mismo estudio se desprende que aquellos influencers que sí son transparentes ante sus seguidores suelen ser los más profesionalizados de este sector de marketing, puesto que trabajan con marcas de renombre o internacionales que imponen este requisito en sus contratos precisamente para evitar problemas legales. Las agencias de marketing de influencers también suelen aconsejar a sus clientes que se identifique correctamente el contenido como publicitario cuando procede, pero es difícil convencer a los que van por libre.
Primer aviso a los influencers españoles
El estudio de influencers españoles que ha publicado esta semana Samy Road llega una semana después de que Autocontrol –el sistema de autorregulación de la industria publicitaria en España– emitiera su primer dictamen contra una influencer de Instagram para advertirle de que sus publicaciones vulneran su reglamento por no informar a sus seguidores que se trata de comunicaciones promocionales. Paulina Eriksson, de Marbella y con más de 50.000 seguidores en la red social, fue la investigada por el Jurado de la Publicidad de Autocontrol.
El artículo 13 del código de conducta de Autocontrol reza que «las comunicaciones comerciales serán identificables como tales sea cual sea su forma, formato, o el medio utilizado» e indica que «esta debe ser fácilmente reconocible como una publicidad y, cuando sea necesario, etiquetada como tal». Eriksson subió en octubre pasado dos fotos con unos auriculares inalámbricos en las orejas sin indicar que era un contenido patrocinado, pero sí etiquetó a la marca del fabricante. No fue hasta después de iniciado el procedimiento que puso la etiqueta de «#ad».