Ximo Puig pierde la primera batalla por el control del turismo y los horarios en Valencia
Las diputaciones obligan a retirar el decreto de Coordinación Turística y Alicante da libertad de horarios comerciales
La Generalitat Valenciana ha perdido la primera batalla con las diputaciones del PP (Alicante y Castellón) para la coordinación de las actuaciones en turismo y deporte de los Patronatos de las tres provincias de la Comunidad Valenciana.
Al pleno del gobierno autónomo que preside Ximo Puig, celebrado el viernes día 19, debería haber ido la aprobación del decreto de Coordinación. Sin embargo, en las últimas semanas, las diputaciones del Partido Popular han movilizado al sector empresarial y a los medios de comunicación de cada provincia. Todos contra la decisión de la Generalitat, que tuvo que retirar el decreto a último hora.
No es el único revés del gobierno de Puig. Desde hace semanas en Alicante hay una oposición total a la limitación impuesta desde Valencia en los horarios comerciales. Al final, el ayuntamiento de la ciudad, gobernado por el socialista Gabriel Echévarri, ha propuesto una Zona de Gran Afluencia Turística. La medida permitirá abrir todos los festivos a todos los establecimientos de más de 300 metros, siempre que contraten más gente. En Valencia solo habrán dos zonas muy limitadas.
Poner orden el turismo
El decreto de Coordinación Turística pretende coordinar los excesos que cada Patronato de Turismo provincial y hasta municipal cometen en sus campañas y eventos. La mayor parte de las veces el coste es desmesurado para los resultados que se obtienen.
En este Consejo se decidirá qué eventos turísticos son de interés de la Comunidad, cuáles de las diputaciones y sus patronatos turísticos, y quién y cómo se pagan. Las diputaciones habían amenazado con acudir a los juzgados si se aprobada el decreto.
El Consell, que intenta quitarle hierro al asunto, dice que no lo ha retirado, sino que aplaza su aprobación para mantener más dialogo. En las últimas semanas ya había cambiado algunos de los contenidos del Decreto: Los recursos disponibles irán en proporción al PIB turístico de cada provincia, dar cabida en el Consejo a representantes del sector turístico y limitar el gasto por provincia para publicidad y eventos.
Competencia perversa
La Generalitat intenta con esta Coordinación acabar con los reinos de taifas que permiten que cada provincia, y a veces cada municipio, vaya a la suya en materia turística y deportiva.
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, explicaba esta semana en las Cortes que la situación es tal que a veces «hay una competencia perversa entre instituciones «. Municipios de una misma provincia se disputan a los turistas en cualquier mercado. Y las diputaciones hacen las campañas por su cuenta sin atender a posicionamientos de marca o resultados de la inversión publicitaria.
Alicante hace sus ofertas en los mercados europeos y españoles por su cuenta. Castellón intenta relanzar el aeropuerto presentándose en los mercados ingleses sin coordinación con las otras provincias. Y Valencia cambia su slogan sin buscar una identidad conjunta con las otras provincias.
Los dos decretos del Consell para coordinar a las diputaciones en Turismo y Deportes preceden a una Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad que prepara la Agencia Valenciana. También a una Ley de Coordinación de las Diputaciones, que despojará a las instituciones provinciales de parte de las tareas que ahora realizan.
Dificultades en el gobierno
En las últimas semanas, los medios de comunicación locales de Alicante y Castellón han hecho una fuerte campaña contra la Generalitat por este intento de control de las diputaciones. Las diputaciones son ahora los principales inversores en publicidad institucional.
Se ha vuelto a hablar de la provincia y la Diputación como verdaderos representantes políticos. El presidente de la diputación de Alicante, el popular Cesar Sánchez, ha llegado a decir que Ximo Puig«quiere liquidar la provincia de Alicante».
En turismo, los empresarios de Alicante (Hosbec, INELCA y otras asociaciones) han tomado postura contra la Generalitat, tanto por sus decisiones en el turismo como en la limitación de los horarios comerciales.
Una coalición de gobiernos
En el fondo lo que hay en Castellón y Alicante es un intento de reafirmar una capacidad política provincial por encima de la autonómica. En los dos casos las dos diputaciones son las únicas instituciones de entidad que le quedan al PPCV en la Comunidad Valenciana.
A esta situación se suma el malestar en Compromís por la forma en que los cargos políticos del PSOE han llevado estos dos temas, provocando incendios innecesarios y limitando la mayor presencia de la Generalitat en Alicante y Castellón.