Ximo Puig aprovecha Fitur para controlar las diputaciones valencianas
El presidente de la Generalitat Valenciana prepara un decreto para acabar con la proliferación de marcas y ofertas turísticas
En vísperas de FITUR el presidente Ximo Puig quiere acabar con la proliferación de marcas y ofertas turísticas que las tres diputaciones provinciales presentan haciéndose competencia entre ellas mismas.
Junto con el Decreto de coordinación Puig prepara también una Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad que redefina la oferta turística en común y que este año en Fitur quiere presentarse como «una tierra de valores y hospitalidad» , en un stand donde volverá a primar la imagen de la naranja.
Desde hace años en Fitur se presentan cantidad de pueblos con su propia marca, stand y oferta turística, disputando la forma de atraer a los visitantes en franca competencia entre ellos mismos.
Cada uno a lo suyo
Pese a los muchos intentos de poner orden en esa afán de protagonismo los sucesivos gobiernos del PP no lo consiguieron. Pero tampoco lo ha conseguido el Consell de Ximo Puig, que este año vuelve a permitir que las diputaciones asuman todo el protagonismo en FITUR.
La diputación de Castellón, gobernada por Javier Moliner (PP), anuncia que representará a los 135 pueblos de la provincia, con lo que presentará tradiciones y folklore, que es una de las imágenes que se quieren romper por reiterativa.
La Diputación de Alicante, del PP (Cesar Sánchez), también quiere atraer el turismo de deporte, como pretende Castellón. Y presenta los mismos argumentos sobre el Mediterráneo que Valencia y Castellón.
La Diputación de Valencia, gobernada por Jorge Rodríguez (PSOE), presenta hasta 84 paquetes turísticos que coinciden con las propuestas de las otras diputaciones. Además este año ha cambiado su marca de Valencia Terra i Mar, que tenía el PP a Valencia, Valencia, Valencia Turisme, sin coordinar colores y argumento con la Agencia Valenciana de Turismo. Solo Valencia presenta 84 ofertas de 24 municipios.
Y el luego queda Benidorm, que tiene entidad propia en la Comunidad Valenciana y va a la suya.
Los empresarios están hartos
Los empresarios del sector turísticos han mostrado muchas veces su enfado por esa descoordinación que «solo tiene interés político y electoral».
Piden unidad en la promoción porque no puede verse en un mismo stand hasta 59 marcas distintas, ya que esto confunde al cliente. A un ruso, a un inglés o a un sueco le atraen las experiencias, el sol y los precios, no que su apartamento esté más arriba o más abajo en la Comunidad Valenciana.
En el sector empresarial hay un fuerte debate por salir del turismo de las tres P (Pizza, Paseo y Playa) en el que han derivado los visitantes de la Comunidad Valenciana. Un turismo muy estacionario, de escasa rentabilidad y siempre ligado a la venta y alquiler de apartamentos.
Poner orden
Lo que pretende Ximo Puig es poner orden en todo esta descoordinación, que se produce en el seno de sus propios alcaldes.
Según Francesc Colomer, secretario autonómico de la agencia Valenciana de Turismo, el decreto busca una imagen en común, volver al mapa de lo positivo, mejorar la rentabilidad del sector, vender emociones singulares y dar más político a las empresas y menos a los políticos.
Colomer achaca a la corrupción la perdida de la imagen turística de la Comunidad Valenciana, aunque expertos en el sector dicen que la imagen se ha perdido por la caída de los precios y la falta de una oferta singular para apoyarse exclusivamente en turismo de sol y playa.
En este FITUR la Comunidad Valenciana va a intentar atraer el turismo gay y aquel que busca nuevas experiencias.