Sánchez ‘domestica’ a Podemos
Sánchez e Iglesias dan un paso más hacia los próximos presupuestos, pero no queda claro cómo financiarán las propuestas sociales sin pasar el techo de gasto
El documento firmado entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha sido sobre todo una excelente operación de marketing. No es un borrador de presupuestos, pero permite imaginar unas cuentas progresistas y garantizar el apoyo de Podemos para las cuentas públicas. No hay números fiables, pero es un papel para preparar el que tiene que mandar a Bruselas antes del 16 de octubre.
El documento, firmado solemnemente en La Moncloa, no presenta los detalles de las cuentas que traduzcan en lenguaje presupuestario la propuesta. Pero es un mensaje claro de las intenciones progresistas que además satisface las exigencias de Podemos.
También cimienta la defensa del Gobierno sobre algunas amenazas de Podemos, como la exhibida exigencia de dimisión de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, aprobada en el Congreso con la abstención del partido morado.
Solo hay algunas pistas de la financiación de muchas medidas pactadas
Ese ultimátum también se ha diluido con el documento pactado. Introduce a Podemos en la senda institucional y desde allí se amortigua la antigua amenaza que se llegó a presentar en forma de sorpasso. Queda por ver si a Podemos le sirve para frenar la caída en las encuestas.
Solo hay algunas pistas de la financiación de muchas medidas que se han pactado. Algunos ingresos que se esbozan son una novedad; apenas se había hablado hasta ahora del impuesto sobre el patrimonio y ya no se habla de otros que hasta hace poco figuraban en las promesas nacidas de la moción de censura. No hay rastro de los impuestos a la banca, de los ecológicos o verdes.
De los múltiples globos sonda lanzados en los poco más de cien días de gobierno a modo de promesas fiscales, apenas queda nada. Una modesta subida en el IRPF de las rentas de más de entre 130.000 y 300.000 euros. Pero no son muchos los contribuyentes que declaran esas cantidades por rentas del trabajo. Una concesión, con efectos reducidos, a la exigencia de Podemos de castigar a las rentas más altas.
Nadie sabe cómo pagar los próximos presupuestos
Pero nada se habla –tampoco en las declaraciones posteriores a la firma del acuerdo de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero– sobre la financiación de las medidas pactadas sobre pensiones. Montero apunta un incremento fiscal cercano a los 6.000 millones, pero no da detalles de a qué corresponden. Para satisfacer la demanda del pacto sobre las pensiones, los cálculos rozan la cifra de siete mil millones. Además, dependiendo del incremento del IPC.
Hasta que no haya un verdadero documento con los requisitos que demanda Bruselas, es imposible saber exactamente de dónde van a salir los recursos para financiar las propuestas sociales sin pasar el techo de gasto.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (izda), y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, han firmado hoy en el Palacio de la Moncloa el acuerdo sobre el proyecto de ley de presupuestos para 2019. EFE/ Zipi
La ensoñación de esquivar al Senado para elaborar las coordenadas de déficit ampliadas por Bruselas, son imposibles y la prueba es que no se habla de ese tema en el documento suscrito por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Hay un compromiso que puede dar muchas pistas de la intención de ambos, Gobierno y Podemos, de alcanzar un acuerdo de legislatura que introduzca al partido morado en las estructuras de gobernabilidad del Estado. El compromiso de cargarse los aspectos más importantes de la reforma laboral, entre ellos los que condicionan la negociación entre empresas y sindicatos. Sin duda, una medida que puede modificar la contratación efímera y ampliar la contratación indefinida, porque devuelve a los sindicatos el poder de negociación colectiva laminado por la reforma de Rajoy.
Ciudadanos y PP se oponen; ERC y PNV se lo piensan
Una vez que Ciudadanos y PP se han apresurado a demonizar la propuesta, algunos de los apoyos necesarios para lograr los 176 votos necesarios parecen muy accesibles. El PNV solo exigirá algunos matices, pero las arcas de Euskadi ya se llenaron bastante con el apoyo a los presupuestos de Mariano Rajoy.
ERC ha lanzado algunas señales positivas, especialmente en el compromiso de subir el salario mínimo a 900 euros. Hay que recordar que ya existía el compromiso sobre un salario de 850 euros.
El apoyo de ERC a los presupuestos encaja con la confrontación existente de los republicanos y Carles Puigdemont
Además, la confrontación existente entre ERC y Carles Puigdemont por la hegemonía del nacionalismo, el apoyo de los republicanos a los presupuestos es una apuesta en esa dirección, sobre todo después del ultimátum, posteriormente licuado, formulado por Quím Torra de provocar la caída del Gobierno.
Pero el Gobierno es optimista con el apoyo de los dos grupos catalanes. Disolver el Congreso llevaría consigo el riesgo de que unas nuevas elecciones permitieran un gobierno de Ciudadanos y PP. Algo que sin duda no desean ni Puigdemont ni Oriol Junqueras.
Por primera vez, está al alcance de la mano el deseo tantas veces formulado por Pedro Sánchez de llegar en el gobierno al 2020. En diciembre, con los resultados de las elecciones andaluzas tendremos un test sobre el estado de ánimo del electorado. Una información importante para calibrar un adelanto electoral y para preparar las elecciones municipales, autonómicas y locales que se celebraran en mayo de 2019.