Sánchez deja al IBEX sin pistas sobre su plan económico
El presidente del Gobierno repite el argumentario de los últimos seis meses y se deja avances sobre un plan económico concreto para la recuperación
En torno a un centenar de empresarios, sindicalistas, políticos y miembros de la sociedad civil se han congregado este lunes en Casa de América para asistir a la conferencia de Pedro Sánchez llamada ‘España puede‘. Durante una hora, el presidente del Gobierno ha reciclado todos y cada uno de los mensajes que él y su Gobierno han difundido durante los últimos seis meses a raíz de la crisis del coronavirus, y ha hecho en general un llamamiento a la «unidad» para afrontar el futuro.
Pese a que esta semana comenzarán formalmente las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado y que la convocatoria anunciaba que Sánchez abordaría materias relativas a las «las grandes transformaciones que necesita España», lo cierto es que la conferencia fue una suerte de déjà vu de la infinidad de ruedas de prensa que ha ofrecido el Ejecutivo central en tiempos de pandemia. Y ello implica que no hubo grandes avances concretos sobre su plan económico.
Sánchez ha citado a los empresarios del IBEX y a otros actores de distintos sectores económicos para trasladar el mensaje de que, «si España quiere, España puede». Y ha asegurado que para que España quiera superar los retos a los que se enfrenta, será necesaria la «unidad» de todos los sectores de la vida pública, en cuenta la de los empresarios pero, más importante para él, la de los políticos. Así, el jefe del Ejecutivo ha abandonado el lema de ‘Salimos más fuertes‘ para adoptar uno similar.
Al acto han asistido miembros del Gobierno como Pablo Iglesias, Nadia Calviño, Salvador Illa, Carmen Calvo, Fernando Grande-Marlaska e Irene Montero. Otros que han hecho acto de presencia fueron empresarios como Isidre Fainé (La Caixa), Ana Botín (Banco Santander), José Ignacio Goirigolzarri (Bankia), Carlos Torres (BBVA), Pablo Isla (Inditex), Florentino Perez (ACS), José Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y José María Álvarez-Pallete (Telefónica), entre otros.
«No siempre decidimos las circunstancias»
Sánchez ha iniciado la conferencia recordando que, hace dos años, también escogió Casa de América «para dirigirme a los españoles» tras los primeros cien días de su primer Gobierno. En esta ocasión, el contexto es radicalmente diferente, ha señalado el presidente del Gobierno, que a su vez ha afirmado que «no siempre decidimos las circunstancias en las que hemos de vivir, sino que son las circunstancias las que nos obligan a elegir a todos».
La mayor parte del acto la ha dedicado a recordar consignas que el Gobierno ha transmitido repetidamente desde el inicio de la crisis. «El virus no hace distinciones de clase o territorio», «Solo la unión de todos nos dará una verdadera oportunidad de vencer definitivamente al virus», «No hay entendimiento sin política de altura», y «Es tiempo de acuerdos, negociación y honestidad» fueron algunos de los mensajes que lanzó Sánchez para incidir en la misma idea durante unos 60 minutos.
Sobre la actitud de la oposición, el jefe del Ejecutivo ha asegurado que «nadie tiene derecho a no arrimar el hombro porque tenga una ideología contraria o una identidad distinta o unos intereses opuestos». Por ello, y ante la tarea de «relanzar la economía y crear empleo», el Gobierno apuesta por la «reciprocidad, la colaboración y la confianza», así como la «cohesión social y territorial» para «garantizar la igualdad de oportunidades y derechos» que la crisis «hace inaplazable».
Sobre el plan económico inconcreto por el que sigue apostando, Sánchez avanzó que el Gobierno se encuentra en la labor de «preparativos del plan nacional de recuperación, transformación y resiliencia», que «impulsará el crecimiento económico en el largo plazo en un 2% del PIB». Este plan contará con los 140.000 millones de euros de las ayudas europeas, y aunque está proyectado para seis años el propósito es que se gestione en los próximos tres, dentro de los límites de la legislatura.
El plan deberá ser aprobado por Bruselas y se basa en cuatro aspectos: transición digital, transición ecológica, cohesión social y territorial, y feminismo. Pero, aunque no forma parte del «plan», Sánchez ha sugerido que sin «unidad» nada de esto tendrá recorrido, y que para conseguir esa «unidad» España debe empezar a creer en sí misma. «El peor mal de España ha sido no creer en sí misma. España puede, claro que puede; España puede si España quiere», ha insistido.
Sánchez ha dejado claro que la recuperación «no es una mera tarea del Gobierno» y de ahí la importancia de la conferencia. «No es una tarea meramente política», ha afirmado, señalando que «interpela y convoca al conjunto de la sociedad», desde los científicos hasta los empresarios. Pero se ha ratificado en el mandato de las urnas y ha confirmado que su objetivo es liderar ese plan desde el Gobierno de coalición con Unidas Podemos, y se ha comprometido a acabar la legislatura.
«Entre nuestras previsiones y nuestros planes no figuraba esta calamidad que ha transformado nuestras vidas de lado a lado y de arriba a abajo», ha explicado Sánchez sobre los planes iniciales de la coalición con Iglesias. «Pero el Gobierno lo tiene claro: elegimos unidad, no división ni confrontamiento», ha añadido, apenas tres días después de que Podemos advirtiese en público al PSOE que la formación no está por la labor de apoyar unos Presupuestos pactados con Ciudadanos.
«No soy ingenuo», ha explicado Sánchez sobre su petición de «unidad» a la oposición y a los empresarios. «La gravedad no amerita abandonar convicciones; cada cual puede seguir adherido a su particular escala de valores, pero debe compaginar esas convicciones, preferencias e ideología con un bien superior, y ese bien superior es la recuperación del país», ha insistido, en lo que puede traducirse como una solicitud de carta blanca para que el Gobierno haga lo que considere apropiado.
Sobre la legislatura, ha afirmado que «será estable» y «en beneficio del conjunto de la ciudadanía», pero «nos toca ahora decidir si además de ser estable y dilatada queremos que sea fecunda, y eso ya depende de muchos» otros actores. «Tenemos que querer muchos, cuantos más mejor», ha concluido el presidente antes de recibir los vítores de los presentes, a los que él mismo se sumó antes de dar por acabado su largo discurso reciclado.
Antes de concluir, Sánchez se dirigió a los empresarios presentes: «Estoy convencido de que expresaron preferencias políticas muy dispares en las elecciones del 10-N, y estoy convencido de que por encima de las diferencias todos comparten un mismo anhelo y voluntad de ver a nuestro país marchando hacia el futuro». Para ello, ha pedido «sumar esfuerzos y lograrlo», porque «es nuestra la capacidad de hacer frente» al futuro que dibuja la post-pandemia.