Quim Torra implora a los CDR una reconciliación
Los CDR increpan al presidente de la Generalitat por la retirada de lazos y Torra trata de hacer las paces: "Os pido esperanza"
Quim Torra ha mantenido un breve encuentro –de unos 10 minutos– con miembros de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) de Sabadell este sábado, a las puertas de un acto de precampaña de Junts per Catalunya (JpC). Los CDR están molestos con Torra por la retirada de lazos amarillos y símbolos independentistas y el presidente de la Generalitat ha tratado de reconciliarse con ellos.
Torra siente que ha perdido la simpatía de los activistas separatistas y se ha lanzado a su reconquista asegurándoles que él también es «el pueblo». «Hace diez meses que soy president, pero tengo una trayectoria, he estado en Òmnium, he sido editor de libros y he trabajado para el país», se defendió Torra.
«Intento trabajar en un momento muy delicado con presos políticos que es una vergüenza, con exiliados… Os pido tener esperanza. Pero creo que como president de la Generalitat me merezco un respeto», añadió, después de que una quincena de miembros de los CDR le reprocharan que haya retirado los lazos amarillos del edificio de la Generalitat.
La Junta Electoral Central (JEC) obligó a los Mossos d’Esquadra a retirar lazos y otros símbolos del separatismo de todo edificio público, lo que dio pie a un show de pancartas de varios días en el balcón de la Generalitat orquestado por Torra, que acabó retirándolos tras recibir una querella de la Fiscalía, que ahora analiza su posible inhabilitación del cargo.
Torra defiende a los Mossos ante los CDR
Torra buscó la reconciliación con los CDR con el mensaje de que «no estamos en dos sitios diferentes» e intentó defender la actuación de los Mossos: «Son la policía nacional de Cataluña y nos ayudan a trabajar a todos y actúan a veces como policía judicial de la justicia española». Les pidió confianza y «unidad» en un momento «muy complejo».
Este grupo de independentista recibió al president en Sabadell con una pancarta para exigir que implemente la república o dimita. Con una irritación imposible de ocultar, Torra cortejó a los CDR respondiendo que «si llegamos al 1 de octubre es porque estábamos juntos, y si llegamos al 27 de octubre fue también porque estábamos juntos».
Y zanjó: «Yo he aguantado la pancarta hasta que han llegado los Mossos a sacarla». En la misma clave habló el consejero de Interior, Miquel Buch, al decir este sábado en Twitter que la policía catalana se vio «obligada» a instar a la retirada de los símbolos que pedían «la libertad de los presos políticos».
La relación amor-odio de Torra y los CDR
La relación de Torra y los CDR ha sido un vaivén emocional desde el inicio del Govern de la era post 1-O.
Nada más llegar a la Generalitat el presidente catalán se confesó dolido con los activistas y con la CUP, y tras unas cargas policiales en septiembre los CDR le amenazaron continuamente. Pero después, en diciembre, Torra les dio alas para paralizar Cataluña en la manifestación del 21-D.