Divorcio independentista: Torra se confiesa dolido con la CUP y los CDR
El presidente catalán, Quim Torra, admite su malestar por los ataques del independentismo radical contra su política, consensuada con Carles Puigdemont
La brecha en las filas independentistas cada días es más evidente. Esta semana se han vivido varias muestras de ello, con los radicales Comités de Defensa de la República (CDR) manifestándose ante la sede de los partidos soberanistas, la CUP atacando al gobierno de Quim Torra y el nuevo Pdecat de Carles Puigdemont enmendando al presidente catalán. Éste admite su malestar por estos ataques.
Torra se confiesa dolido con la CUP y los CDR por las acusaciones hacia su ejecutivo, que emana del propio Puigdemont, de autonomismo y de haberse desviado del camino marcado hacia la república catalana efectiva. Los reproches se han producido la semana de la comisión bilateral entre los gobiernos de Torra y de Pedro Sánchez, en el que el ejecutivo español anunció nuevas inversiones para Cataluña.
“Acepto que hay un ritmo diferente en las opciones independentistas, pero me duele que me tilden de autonomista”, responde Torra sobre los ataques de la CUP por acudir a las reuniones con el Gobierno, en una entrevista en La Vanguardia. “Yo no hago ese discurso, tengo muy claro cuál es mi mandato y en ningún caso pienso decepcionar a los votantes y a la Cámara que me dio su confianza”, sigue.
Torra se confiesa: “Me duele que me tilden de autonomista”
No obstante, prefiere mantener los puentes con la formación antisistema, y asegura que “la CUP no es parte del problema, sino parte de la solución”. También que es su “socio prioritario” para aprobar los presupuestos, pero pone un matiz: si la CUP exige demasiado, tantearán a los comunes de Ada Colau y Xavier Domènech.
“A nadie se le escapa la dificultad si no tenemos un horizonte muy claro sobre hacia dónde va la legislatura”, dice sobre los presupuestos. “La CUP siempre pide más, y está bien que nos apriete. Pero también nos dirigiremos a los comunes en las políticas sociales, que son el motor del cambio republicano”.
Quim Torra pide respeto a los CDR
Sobre las acciones de los CDR ante las sedes de los partidos independentistas, Torra les pide respeto. Esta semana, un grupo de unas 200 personas pertenecientes a este movimiento se concentró ante la sede de ERC, donde pegó carteles e incluso entró por la fuerza. Posteriormente se manifestó desde las oficinas de la CUP hasta las del Pdecat, donde culminó la acción quemando fotos del Rey Felipe VI y del juez Pablo Llarena.
“Respeto su libertad de expresión, pero pido un punto de confianza y de respeto también por los partidos independentistas. No nos hemos desviado del mandato republicano que tenemos”, responde el presidente catalán a estos grupos. Se da la circunstancia de que los CDR, que se han convertido en el nuevo referente callejero de la lucha independentista, defienden a rajatabla la hoja de ruta de Puigdemont… mientras atacan a sus hombres en el gobierno y el Pdecat. La fractura es evidente.
La vía unilateral sigue sobre la mesa de Torra
En la misma entrevista, Torra también habla de los caminos hacia la independencia de Cataluña. Si bien se muestra dispuesto a abandonar el mandato del 1 de octubre en el caso de que el Gobierno acepte pactar un referéndum –algo que sabe que es altamente improbable–, insiste en la vía unilateral: “Yo no renuncio a ninguna opción para llegar a la independencia de Catalunya”.
En referencia a las elecciones municipales que se celebran en nueve meses, puso un objetivo que considera imprescindible para el independentismo: ganar en Barcelona. “Es vital ganar la capital del país. Se ha visto durante el 155 lo importante que habría sido tener una voz independentista al frente de Barcelona”.
Las opciones, hoy por hoy, son escasas: no hay una propuesta unitaria y el intento de Jordi Graupera parece hacer aguas, mientras que Ada Colau aspira a repetir y Ciudadanos, con las encuestas a favor, espera urdir la candidatura de Manuel Valls para asaltar la capital catalana.