Pedro Sánchez destapa su hachazo fiscal ante la UE
El Gobierno de Sánchez se compromete ante la UE a recaudar 5.654 millones de euros con medidas fiscales que perjudicarán a las rentas medias
Asumiendo que no se mudará de la Moncloa, Pedro Sánchez retoma su hachazo fiscal y se ratifica en su plan de medidas fiscales ante la Unión Europea (UE). El Gobierno anunció que su estrategia fiscal pasa por prorrogar los Presupuestos de 2018 el resto del año y trasladar a 2020 las medidas de las cuentas fallidas de 2019.
Este plan mantiene el impacto esperado de dichas medidas en 5.654 millones de euros de ingresos adicionales. El Ejecutivo de Sánchez recoge propuestas fiscales de recaudación inmediata que ya se mencionaban en los Presupuestos no aprobados por el Congreso, que terminarán por afectar a las rentas medias.
Impuestos como el incremento del impuesto de sociedades para las grandes empresas, la subida del IRPF a las rentas más altas, el impuesto sobre servicios digitales (tasa Google), el tributo al diésel o fiscalidad verde, y el tributo a las transacciones financieras (tasa Tobin) ayudarán a alcanzar esos más de 5.600 millones.
El impuesto de sociedades recaudará 1.776 millones, según el Gobierno de Sánchez
Las nuevas figuras tributarias a las transacciones financieras y los servicios digitales han estado en boca de los socialistas desde su entrada al Gobierno hace más de 10 meses. El Gobierno impulsó estas medidas mediante sendos proyectos de ley que decayeron con la convocatoria adelantada de elecciones, según la actualización del Programa de Estabilidad 2019-2022.
El tipo mínimo del 15% en el impuesto de sociedades para grandes empresas y la limitación de las exenciones supondrá el principal ingreso de estas medidas tributarias pospuestas para 2020, con una recaudación prevista de 1.776 millones de euros. La tasa Google, por su parte, añadirá unos 1.200 millones a las arcas de Hacienda.
El impuesto a las transacciones financieras generará unos 850 millones de euros y la fiscalidad verde unos 670 millones, incluyendo la subida de la tributación del diésel en 3,8 céntimos por litro. El incremento del impuesto del patrimonio recaudará 339 millones y la subida del IRPF para rentas altas ingresará 328 millones. La lucha contra el fraude dará otros 828 millones.
Sin presupuestos en 2019, el Gobierno plantea un déficit del 2% del PIB, frente al 1,3% actualmente vigente, si bien supondrá una reducción de medio punto con respecto al cierre de 2018 (el 2,5%) gracias a que se adoptaron medidas adicionales de ingresos con una recaudación prevista de casi 3.800 millones este año, según el Programa de Estabilidad.
«Junto a estas medidas fiscales adoptadas, el Gobierno prevé destinar los ingresos o ahorros excepcionales (por ejemplo derivados de la reducción de tipos de interés) a la reducción adicional del déficit o de la deuda pública», dice el documento. El plan es rebajar el déficit al 1,1% del PIB en 2020, y al 0,4% en 2021, para alcanzar el equilibrio presupuestario en 2021.
A partir de 2019 se esperan superávit primarios (descontando los intereses de la deuda), lo que posibilitará acelerar la reducción del nivel de deuda pública sobre PIB, hasta situarse por debajo del 90% al cierre de 2022, informó Efe.