Mas orienta su Govern a internacionalizar el conflicto soberanista
El President mantiene su voluntad de acabar el mandato a la espera de que las cancillerías europeas fijen alguna posición
El President Artur Mas encara la recta final hacia la consulta soberanista sometido a una doble presión: el Gobierno central que preside Mariano Rajoy insiste en que no permitirá la celebración de la consulta soberanista, fijada para el 9 de noviembre. Mientras que Esquerra Republicana y la Assemblea Nacional Catalana (ANC) reclaman que no se juege con posibles planes alternativos –elecciones plebiscitarias– sin agotar todas las posibilidades para convocar una consulta.
Mas es consciente de ello, pero su voluntad no ha cambiado en los últimos meses. Si no puede celebrar la consulta, Mas desea agotar la legislatura, o intentarlo, al menos, y convocar elecciones justo después de las elecciones legislativas previstas para el otoño de 2015. De ese esquema Mas no se ha movido. Otra cosa es tener en cuenta otros factores, como la capacidad de la ANC y de la sociedad catalana en general de forzar la situación.
Pero con todos esos supuestos lo que sí puede hacer el jefe del Ejecutivo catalán es buscar complicidades en el exterior. Sólo la reacción de las principales capitales europeas y de la Comisión Europea podría resolver el llamado, por el mismo Mas, “conflicto” soberanista.
En busca del reconocimiento internacional
Y para ello Mas ha orientado a todo su Govern para la acción exterior. La consigna es trabajar para conseguir que Europa presione, en un determinado momento, al Gobierno español, y éste sea consciente de que existe un grave problema.
El Consell Executiu de este martes aprobó la creación de un programa de apoyo a la acción exterior de la Generalitat. El programa pretende una nueva organización interna, que consiste en destinar personal que ahora puede estar trabajando en otros departamentos. La idea es aprovechar a todos aquellos que “puedan aportar sus conocimientos en el desarrollo de la acción exterior”. Por ahora se movilizará a 10 0 12 trabajadores para programas concretos, con el objeto de “sumar sinergias en tareas que ya se están desarrollando”.
Política «coherente y coordinada»
El conseller de Presidència, Francesc Homs, consideró que esos programas no supondrán “ningún coste económico ni incremento de personal”. El hecho político relevante, sin embargo, es que se quiere conseguir, entre todos los departamentos, que se ofrezca una política “coherente, transversal y coordinada”.
Los trabajadores que se han movilizado, por tanto, se incorporarán en la Oficina de apoyo en la acción exterior, que estará formada también por personal de la Secretaria de Asuntos Extranjeros y de la Unión Europea, además de personal de departamentos o entes de la Generalitat que cumplan con el perfil requerido.
Buscar la reacción de Rajoy
¿Cuál es el horizonte, por tanto? Existe en algunos miembros del Govern la percepción de que se avecina un periodo largo, una batalla política de altura, que sólo se podrá ganar, para los intereses del movimiento independentista catalán, si es la Unión Europea o una capital importante europea la que puede dar un toque de atención al Gobierno español de que debe reaccionar.
Por eso, la declaración unilateral de independencia sería el último recurso del Govern de Artur Mas, y siempre después de unas nuevas elecciones, como el propio mandatario catalán ha reconocido. En ningún caso se tomaría esa decisión, si no hay la más mínima garantía de que alguien pueda reconocer esa independencia en el exterior.
El «rídiculo» de Margallo
Los esfuerzos, todos, del Govern se quieren ahora dedicar a ese objetivo, el mismo que el de la ANC, aunque esta asamblea de activistas pueda llegar más lejos, buscando un protagonismo internacional con sus movilizaciones.
El programa que se aprobó este martes tendrá una duración de dos años, aunque se podría prorrogar. El conseller Homs, consciente de la reacción del Gobierno central, la de estos días, y la que se avecina, quiso calmar las cosas, aunque, claro, a su manera.
Según Homs, el titular de Exteriores, el ministro José Manuel García-Margallo, se ha equivocado al establecer un paralelismo absoluto entre Catalunya y la situación de Crimea, que declaró la independencia de forma unilateral, y ha celebrado una consulta de autodeterminación para adherirse a Rusia. “Eso es hacer el rídiculo”, sentenció Homs, aunque fue él quien hace unas semanas comparó la situación de Catalunya con la de Ucrania.