Marta Pascal prepara su venganza: un partido sin Carles Puigdemont
La ex coordinadora del Pdecat, expulsada por los tentáculos de Puigdemont, pone sobre la mesa la creación de un partido no subordinado al ex 'president'
Marta Pascal soltó una bomba este domingo: hilvana la posibilidad de crear una formación política que no esté subordinada a Carles Puigdemont. De concretarse, sería la venganza perfecta de la ex coordinadora general del Pdecat, después de haber sido arrojada de la formación por los tentáculos del ex president fugado a Bruselas.
Un nuevo partido independentista «podría ser una opción», afirmó Pascal en una entrevista con La Vanguardia en la que destapa todos sus reproches para con la formación posconvergente por el curso que ha tomado antes y después del referéndum ilegal del 1-O. «No estoy de acuerdo con la actual situación y creo que ha llegado el momento de actuar», dijo.
Consultada sobre si cree que el Pdecat ya no sirve, Pascal lo confirma implícitamente: «Discrepo de la subordinación de David Bonvehí. Él lo sabe». De esta forma, pone sobre la mesa un nuevo «horizonte de trabajo» para conseguir la independencia, que pasa por crear un partido para acudir a unas futuras elecciones autonómicas.
A Bonvehí, actual presidente del Pdecat y parte del ala moderada, se le ve desde algunos sectores como un sujeto vigilado por Puigdemont a través de (la ahora ex vicepresidenta) Míriam Nogueras, la mujer de confianza del ex president que entró a la cúpula del partido tras el arrinconamiento de Pascal en el consejo nacional de mediados de 2018.
De esta forma, Pascal se suscribe a la idea de que Puigdemont ha logrado reducir el Pdecat a cenizas. Además de ese consejo nacional, hay otros dos momentos clave que sustentan esta posición: las listas del 21-D que ignoraron de plano las primarias del partido y, recientemente, la confección de unas listas a su medida para las elecciones generales del 28 de abril y las europeas y municipales del 26 de mayo.
Pascal, a Puigdemont: «Cataluña no se puede dirigir desde Waterloo»
Pascal se libera de algunos fantasmas en la entrevista. «Mis discrepancias con él (Puigdemont) vienen de lejos», asegura, y se remonta a octubre de 2017, cuando había que convocar elecciones, a su juicio. «Hicimos demasiadas cesiones a la CUP, organización con la que nada tenemos que ver», «nunca tuvimos que dejarnos arrebatar el autogobierno», dice.
La ex coordinadora también se reconoce «contraria a la renuncia de Artur Mas» y sentencia que «no se puede perder la identidad» y «no se debía ceder tanto espacio a la izquierda» porque al final «nos dejamos desdibujar» y «eso fue un error». También lo es pretender guiar Cataluña «por control remoto» desde «la emotividad desbordada y la antipolítica» también.
«Cataluña no se puede dirigir desde Waterloo«, afirma Pascal, que agrega que muchos independentistas se sienten huérfanos y que existe una necesidad de «atenderles». «Soy independentista, pero también creo en el aprovechamiento del autogobierno y en la necesidad de ser útiles a la sociedad», añadió.
Y concluye: «Hay que trabajar pacientemente para la única solución posible en Cataluña: un referéndum acordado». En un partido que no se fíe de Puigdemont, claro está.