Mallorca descarta confinar hoteles si rebrota el coronavirus
El gobierno balear habilitará "hoteles puente" en el caso de que haya turistas que deban guardar cuarentena
El gobierno de las Islas Baleares descarta medidas drásticas como el confinamiento de hoteles turísticos si este verano se detectan brotes de covid-19 entre sus huéspedes extranjeros. Fuentes de la Consejería de Sanidad balear precisan que las pruebas PCR permiten separar los casos positivos, que serían trasladados a “hoteles puente” o bien a hospitales en función de su gravedad.
A raíz de la llegada este lunes de los primeros aviones al aeropuerto de Son Sant Joan cargados de turistas alemanes, en las redes sociales se desató una polémica, seguida por profesionales de la sanidad, sobre la posibilidad de imponer cuarentenas a los huéspedes de los hoteles en los que se detecte un brote de coronavirus. En principio, las autoridades de esta comunidad no se plantean cuarentenas a todos los clientes, como sucedió en marzo a los pasajeros de cruceros en diversos puntos del Mediterráneo.
Si se detectase un brote de coronavirus en un hotel, los huéspedes que den negativo en las pruebas podrán volver a sus países de origen, pero los positivos deberán guardar cuarentena. Para ello se habilitan “hoteles puente”, pequeños establecimientos hoteleros o bloques de apartamentos. Los que necesiten hospitalización serán ingresados.
La duda es quién pagará el alojamiento de los turistas a los que se les ordene guardar cuarentena después de dar positivo por coronavirus. En una entrevista en Diario de Mallorcaa la consejera de sanidad, Patricia Gómez, solo indicó que “habrá que verlo”.
Protocolo con los recién llegados
Fuentes de su consejería precisan que se sigue un protocolo con los turistas que, desde esta semana, están llegado a las Baleares. En el mismo aeropuerto, se les toma la temperatura y se les somete a un cuestionario por parte de un profesional sanitario. Si surgen dudas o sospechas, se les realizará una PCR. En caso de dar positivo, se le trasladará a un “hotel puente” o a un centro hospitalario.
Estas fuentes indican que, desde el pasado 11 de mayo, se realizan PCR a todos los ciudadanos con síntomas compatibles con el covid-19. En el primer mes en que se ha puesto en marcha este plan, se han detectado 209 casos positivos (191 Mallorca, 13 Ibiza, 5 en Formentera y ninguno en Menorca). De estos positivos, se han rastreado los contactos de 169. En total, un equipo de profesionales sanitarios ha llamado a 853 personas (una media de cinco por cada positivo). El rastreo corre a cargo de un equipo de 155 profesionales de enfermería y auxiliares.
Este lunes llegaron los primeros turistas a las Baleares en el marco de un plan piloto. No serán 10.900 como se anunció en un primer momento, sino solo 1.400. Permanecerán una semana en un hotel o en su segunda residencia sin necesidad de pasar la cuarentena a la que hasta ahora estaban obligados. Esto supone un agravio comparativo para los 1.175 extranjeros que llegaron en las dos últimas semanas, que todavía están en cuarentena.
Los pasajeros del primer vuelo, procedente de Düsseldorf, reconocieron a los cerca de 200 periodistas presentes que no realizaron ningún test de coronavirus.
Competencia de las comunidades
A partir de la fase 3 de la desescalada, serán los gobiernos de las diversas comunidades autonómicas los que decidirán que protocolos aplican en caso de producirse rebrotes en sus territorios. El propio Pedro Sánchez reconoció recientemente que “rebrotes va a haber”, pero dejó su gestión en manos de las autonomías.
Cada comunidad aplicará su plan. El epidemiólogo Eduardo Briones, director de la Unidad de Salud Pública de Sevilla, advierte que pueden surgir problemas con la apertura de las fronteras y el aumento de la movilidad.
El gobierno de Juanma Moreno aprobó la semana pasada un plan de vigilancia. Como todos, por exigencia del Ministerio de Sanidad, está basado en una red de rastreadores para dar con los posibles contagios a partir de un positivo. En opinión de Briones, es posible que, ante rebrotes, las autoridades autonómicas den marcha atrás en la desescalada o, incluso, orden el aislamiento de barrios, manzanas o “de un hotel entero” en función del riesgo.