Madrid deberá pagar siete años más la deuda olímpica de Gallardón
El Ayuntamiento está obligado a mantener los recortes y dejar las inversiones bajo mínimos para devolver los 7.000 millones de euros de la factura olímpica
El superávit anunciado por la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, es, en realidad, un adelanto para el pago de la enorme deuda que arrastra el Ayuntamiento por la gestión del exalcalde Alberto Ruiz Gallardón.
El gobierno local, que ha solicitado tres rescates para el pago de proveedores, acumula una deuda de 7.000 millones de euros. Con los profundos recortes y la inversión prácticamente estancada, el consistorio pudo devolver a los bancos unos 1.200 millones. A este ritmo, el equipo de Ana Botella necesitaría siete años para liquidar la deuda adquirida principalmente para la ejecución de los tres proyectos olímpicos en los que se embarcó la capital.
La devolución de los pagos se mantiene en los mismos niveles desde hace tres años: unos 1.000 millones de euros anuales, el triple de lo destinado a políticas sociales y una cantidad muy próxima a los 1.200 millones de euros que la administración destina cada año para pagar las nóminas de 28.000 trabajadores, su principal gasto corriente.
Los intereses
El Ayuntamiento deberá asumir este año el pago de 312 millones de euros en intereses, el equivalente a los gastos en política social.
Los responsables municipales aseguran que los presupuestos son estables aunque no ocultan su preocupación por la deuda. Según las previsiones, el endeudamiento en 2013 se situará oficialmente en 7.074 millones de euros y descenderá hasta los 6.204 millones en 2014. Para 2015, se estima que baje hasta los 5.416 millones y en 2016 llegará hasta 4.729 millones.
Austeridad máxima
Aunque el equipo de Botella anunció un superávit de casi mil millones de euros, como un logro de gestión propio, el gobierno local cumple las órdenes marcadas por el ministro Cristóbal Montoro y destinará esos recursos a pagar deuda. «El superávit no significa que haya un dinero que sobra sino que se destina realmente a pagar la deuda», reconoce la concejala de Economía y Hacienda, Concepción Dancausa.
Madrid ha recortado este año en servicios de limpieza, prestaciones sociales y gasto corriente. Y, por el contrario, ha aumentado la recaudación de impuestos, más de 300 millones según explicaron los responsables municipales.
Maquillaje contable
La oposición critica “la austeridad compulsiva” y el “maquillaje contable” del Ayuntamiento de Madrid. El portavoz de UPyD, David Ortega, considera que la buena gestión que vende la alcaldesa se traduce en mayor presión fiscal y peores servicios públicos. «Hay más deuda ahora que cuando accedió al cargo, más recortes y más impuestos”, asegura el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky. Todo parece poco –asegura— para pagar la fiesta del PP de los últimos años.
El astronómico nivel de endeudamiento se remonta a la gestión de Alberto Ruiz Gallardón como alcalde cuando ordenó la construcción de infraestructuras olímpicas antes de tener la designación. El estadio olímpico, la Caja Mágica, el Madrid Arena, y la reforma de la M-30 fueron algunos de los proyectos olímpicos que contribuyeron al sobrendeudamiento de la capital.