Los «golpistas» y los «fascistas» vuelven al Congreso
Rivera vuelve a tachar a los independentistas de golpistas y Tardà le acusa de nuevo de fascista ante la impotencia de la presidenta de la cámara
«Vamos a ejercer un acto de autodefensa democrática: señor Rivera, es usted un fascista», ha espetado el portavoz de ERC, Joan Tardà, a Albert Rivera en el Congreso de los Diputados. Era su reacción a la referencia que minutos antes había hecho el líder de Cs a las fuerzas independentistas que impulsaron el 1-O y la declaración de independencia del Parlament, calificándolas de «golpistas».
Ese mismo cruce de insultos ya se produjo en el mismo escenario en el debate del 20 y el 21 de noviembre, una sesión especialmente convulsa y marcada por la expulsión del diputado de ERC Gabriel Rufián y por un supuesto escupitajo de su compañero de filas Jordi Salvador denunciado por el ministro de Exteriores, Josep Borrell, que fue el único que lo vió.
El cruce se había producido por partida doble, primero entre Tardà y Rivera y después, entre Juan Carlos Girauta (Cs) y Rufián. Fue el primer pleno después de que los diputados de Esquerra advirtieran que ya estaba hartos de que les equiparen al teniente coronel Tejero, así que cada vez que sucediera replicarían al autor del exabrupto tachándolo de fascista.
La Presidenta del Congreso, Ana Pastor, trató entonces de poner freno a la escalada verbal y anunció que haría retirar ambos adjetivos del diario de sesiones, lo que propició un enfrentamiento con el PP, su propio partido, contrario a la medida hasta que Pastor matizó que retirarlos significa tan solo colocarlos entre paréntesis en la transcripción y hacer constar al lado que la presidenta los ha mandado retirar. Es decir, pura estética.
Pastor, impotente
Ni un mes se han respetado los llamamientos de la presidenta de la cámara a no reincidir en esa retórica insultante. Rivera ha vuelto a definir a los independentistas de golpistas, porque un golpe de estado fallido es lo que entiende Cs que se produjo en Cataluña en octubre del año pasado, y Tardà ha vuelto a actuar en lo que él entiende que es defensa propia. «El pleno ha transcurrido bien, pero al final, el señor Rivera ha tenido que decirlo y nos ha calificado de golpistas», argumentó el republicano, antes de volver a dirigirse al líder de Cs para repertírselo una segunda vez: «Es usted un fascista, y creánme que lamento mucho tener que decirlo».
Pastor, impotente, se limitó a recordar que volverá a retirar los dos apelativos del diario de sesiones, explicó de nuevo lo que supone esa retirada y afeó su conducta a los diputados. «Ya les dije que aquí hay libertad de expresión, pero no de insulto», insistió. «La política no es insultar, es construir, y construir con la palabra». Y así, hasta la próxima.