La expulsión completa de Gabriel Rufián del Congreso
Pastor expulsa a Rufián del pleno del Congreso tras dos advertencias previas por insultar a Borrell. El grupo de ERC abandona el hemiciclo
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha expulsado al diputado de ERC Gabriel Rufián del pleno que se celebra este miércoles tras una sonora bronca con el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, después de dos advertencias previas. Los diputados de Esquerra han optado por acompañar a Rufián y abandonar, a su vez, el hemiciclo.
«Usted es un hooligan de Sociedad Civil Catalana, y es una vergüenza para su grupo, porque es una organización de extrema derecha», espetó Rufián a Borrell, al que además acusó de ser «el ministro más indigno de la historia de la democracia».
El aludido no se mordió la lengua en la réplica: «Ha vertido sobre el hemiciclo esa mezcla de serrín y estiércol que es lo único que es usted capaz de producir». Rufián se puso en pie e inició las protestas..
Pastor llamó al orden repetidamente a Rufián sin éxito, ya con el pleno incendiado. Advirtió la presidenta del Congreso que un tercer aviso supondría su expulsión y Rufián, como si lo buscara, hizo caso omiso, con lo que Pastor le ordenó que abandonara el pleno. El diputado de ERC tomó en ese momento la salida en medio de una sonora bronca y acompañado por el resto del grupo de Esquerra.
Borrell, escupido
Al pasar los independentistas junto al escaño de Borrell se produjo un rifirrafe con el ministro, que después denunció que le habían escupido.
«No voy a permitir que cosas como estas vuelvan a ocurrir», zanjó Pastor, que advirtió que retirará del diario de sesiones, las expresiones «golpista» y «fascista», que este mismo miércoles han usado respectivamente el diputado de Ciudadanos Juan Carlos Girauta y el propio Rufián.
El primero, para referirse al intento de secesión en Cataluña. El segundo, como reacción al primero, después de que el portavoz de ERC, Joan Tardà, advirtiera el martes de que su formación usaría replicaría con esa expresión cada vez que alguien les llamara, precisamente, golpistas.
«[El diario de sesiones] se leerá dentro de cien años, y esta generación estamos demostrando que no utilizamos bien la palabra que nos han dado los españoles para representarlos», lamentó la presidenta del Congreso.