Garzón quiere recuperar el impuesto a la banca al que renunció Sánchez
El ministro Alberto Garzón muestra las diferencias en el seno del Ejecutivo y afirma que la banca "tiene una deuda patriótica con el resto del país"
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha mostrado su postura a favor de retomar el impuesto a la banca de cara a los próximos Presupuestos porque “la banca tiene una deuda patriótica con el resto del país por el rescate que recibió y que no vamos a recuperar”. Ha mostrado su opinión en una entrevista al periódico El Mundo este sábado, en contra de la postura del Ejecutivo.
El Gobierno de Pedro Sánchez renunció a la imposición a los bancos en 2018, después de que los máximos responsables de las principales entidades cargaran contra la medida que se proponía entonces para sufragar las pensiones.
El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, advirtió de que el esfuerzo para garantizar el estado del bienestar no debía recaer de forma específica sobre la banca, mientras que el consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, amenazó con trasladar parte de sus sedes fuera de España si salía adelante el gravamen.
El PSOE entonces propuso a Podemos implantar la llamada tasa Tobin, un impuesto sobre las transacciones financieras que negocian los gobiernos de la Unión Europea desde hace años.
Esta tasa fue apoyada por el Congreso precisamente el pasado jueves tras rechazarse las tres enmiendas presentadas por el Partido Popular, Vox y Ciudadanos. El nuevo impuesto a las transacciones financieras, por lo tanto, continuará su trámite parlamentario para poder ser enmendada.
La medida se prevé que grave con un 0,2% las operaciones de acciones de empresas españolas con capitalización superior a los 1.000 millones de euros y, según la ministra de Hacienda María Jesús Montero, no afectará ni al ahorro de las familias ni a las pymes.
«Reducir el déficit mediante más ingresos y no con el recorte de gastos»
Las previsiones que realizó la agencia de calificación Fitch el pasado viernes pasan por una escalada de la deuda al 115,9% del PIB este año y al 117,9% en el siguiente, por encima del pico de la deuda pública de la anterior crisis —del 100,7% en 2014—.
Sobre este aspecto, el ministro Garzón prevé que la solución pase por “reducir el déficit mediante más ingresos y no vía recorte de gastos». En referencia a las Tasa Google y Tobin, apunta que “hay muchas tareas pendientes en el ámbito fiscal, pero está por dilucidar cuál será el estímulo europeo».
Y añade que «hay un plan integral para incentivar el consumo saludable que incorpora un área de fiscalidad con el Ministerio de Hacienda”, lo que significa que habrá posiblemente un nuevo impuesto a la comida basura.
Sobre la reforma laboral, insiste en que “la derogación es un acuerdo del Gobierno de coalición y tiene que cumplirse. Claro que hay que derogarla en diálogo con los agentes sociales”, contradiciendo la idea de la ministra de Economía Nadia Calviño, que cree “absurdo y contraproducente” hablar ahora de derogar la reforma laboral.