Sánchez da el primer paso para alargar su frágil mayoría hasta 2021
El Gobierno estabiliza su alianza con Ciudadanos, que no solo se pone de cara para aprobar los presupuestos de 2021 sino también para negociar con Podemos
El gobierno de Pedro Sánchez no aprobará este año los presupuestos de 2020, pero cada vez está en mejores condiciones de sacar adelante los de 2021. Su alianza con Ciudadanos continúa fortaleciéndose, puesto que el partido naranja no solo firma con el Gobierno acuerdos relacionados con el estado de alarma y la desescalada, sino que también acude al Palacio de la Moncloa a hacerse fotos y a repartir flores al Ejecutivo porque está «cumpliendo» con lo pactado.
Y más aún. Ciudadanos, que tantas discrepancias mantiene con Pablo Iglesias, dice ahora que no tiene el menor inconveniente en sentarse a la mesa con Unidas Podemos o, mejor dicho, con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con quien ya ha mantenido fructíferas conversaciones relacionadas con la ampliación del período de los ERTE.
«No vamos a tener ningún tipo de prejuicio a la hora de sentarnos con la ministra de Trabajo», dijo este viernes el portavoz adjunto de Cs, Edmundo Bal —convertido en el líder transitorio del partido mientras Inés Arrimadas sigue con su baja maternal— al término de una visita a la Moncloa para entrevistarse, junto a una delegación de Cs, con la vicepresidenta Carmen Calvo y la ministra de Política Territorial, Carolina Darias. Dos horas estuvieron engrasando relaciones.
La alianza con Ciudadanos, más estable de lo que podía parecer inicialmente, coloca a Sánchez en mejores condiciones para alargar, al menos un año más, la frágil mayoría de su gobierno en el Congreso.
Los compromisos de Calviño
Aunque su debilidad quedará nuevamente reflejada con su incapacidad para aprobar los presupuestos de 2020, el Gobierno ya se ha puesto manos a la obra con los de 2021 porque la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha trasladado a las autoridades comunitarias el compromiso de que España cumplirá en tiempo y forma con la aprobación de unos presupuestos el año que viene adaptados a las directrices europeas.
El episodio de La Plaza de esta semana repasa el panorama económico que afronta el Gobierno
Argumenta el Gobierno que el borrador de las cuentas de 2020, basado en una previsión de crecimiento del PIB del 1,6%, ha quedado totalmente defasado por el frenazo en seco de la economía. Donde había un +1,6% ahora hay un -11%. Así que el Ejecutivo trabaja ahora con la perspectiva de dar luz verde al proyecto de Presupuestos de 2021 en septiembre para su posterior tramitación parlamentaria. Llegado el fin del verano, confía el Gobierno, las perspectivas económicas del año que viene se verán con mayor claridad.
Todas estas explicaciones convencen a Ciudadanos, que ni hace cuestión de la renuncia del Gobierno a los presupuestos de 2020 ni pone problemas para llegar a pactos «de futuro» con Sánchez.
La disposición creciente de Cs al acuerdo con el Gobierno le basta a Sánchez para sustentar su frágil mayoría siempre y cuando mantenga amarrado al PNV. O, lo que es lo mismo, puede prescindir de ERC siempre que ate a Cs y PNV. No se trata de que el presidente quiera romper con los republicanos, pero sí que es plenamente consciente de que la precampaña en Cataluña complica enormente el entendimiento con los de Oriol Junqueras y envenena su relación con Cs. Así que con ERC se mantendrá el tipo hasta donde sea posible.
Nuevas negociaciones con Cs
Por lo pronto, el Gobierno ya madura nuevos acuerdos con Cs. Ya están en marcha negociaciones para establecer alternativas al estado de alarma si el virus regresa en otoño y también hay conversaciones para mejorar el sistema sanitario.
Ambas partes tienen también la previsión de volver a reunirse en el mes de julio, manteniendo así los canales abiertos de interlocución entre ambas partes.
¿Y los presupuestos? Cs insiste que no, que no hay nada sobre la mesa. Pero lo cierto es que, a menos que medie una catástrofe demoscópica para los de Arrimadas, Ciudadanos acudirá rauda al acuerdo porque, dicen, su nueva bandera es la «política útil».