Facua denuncia a Comapa por el jamón polaco Trevedul
La asociación de consumidores denuncia a Comapa por los escándalos de su marca de jamón Trevedul, destapados por Economía Digital
Nueva denuncia contra Comapa. La asociación Facua-Consumidores en Acción ha solicitado a la Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid iniciar un expediente sancionador contra la compañía cárnica por su marca de jamón Trevedul, fabricada con materia prima importada de Polonia sin indicación a los consumidores y cuyo nombre invita a la confusión con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) de Trevélez.
La acusación florece después de una serie de publicaciones de Economía Digital que han destapado las irregularidades de la marca. De hecho, Facua cita las informaciones de este medio nada más empezar el texto de la denuncia ante Consumo, al constatar que «diferentes medios de comunicación han informado que este grupo empresarial (Comapa) comercializa jamones procedentes de Polonia bajo la denominación Trevedul».
La asociación cita, por ejemplo, la noticia Comapa vende jamones polacos como si fueran de Trevélez, con fecha del 6 de septiembre de 2019, en la que se explica con detalle cómo Comapa esconde el origen polaco del jamón Trevedul que sin embargo expone su matrícula de trazabilidad sanitaria. La marca ha sido comercializada en supermercados como Ahorramás, Consum, Eroski y Walmart Chile.
Comapa y su falso jamón de Trevélez
También se hace eco Facua de que la denominación Trevedul «busca claramente relacionar este producto con la localidad de Trevélez, perteneciente a la región granadina de la Alpujarra que, entre otras cuestiones, se caracteriza por poseer una indicación geográfica protegida de los jamones que son elaborados en esta región». Algo que, como bien recoge la denuncia, supone una posible violación de la normativa europea.
La web de Trevedul, que ha sido borrada después de la referida serie de publicaciones, también se abre paso en la denuncia, al constatar la asociación que Comapa promocionaba el producto como si fuese fabricado en la zona de Trevélez y siguiendo la receta tradicional de los jamoneros de la región, pese a no estar adscrita a la IGP y a ni siquiera curar el producto a una distancia razonable del lugar en cuestión.
El pasado viernes, este medio informó de que Comapa borró la web de Trevedul después de las informaciones sobre sus anomalías. Y este miércoles, la nueva dirección de la empresa confirmó que ha eliminado no solo esta marca sino también Sierra de la Alpujarra, otro jamón que hace uso presuntamente indebido de un vocablo protegido (Alpujarra) y que fue denunciado por Facua en agosto por no declarar su origen polaco.
De esta forma, Comapa –imputada en 2018 por el fraude del jamón podrido– pone fin a dos de sus marcas, ambas denunciadas por irregularidades, mientras se resuelve su preconcurso de acreedores, que solicitó el pasado mes de mayo debido a sus problemas financieros. La decisión de eliminar Trevedul y Sierra de la Alpujarra fue de la nueva dirección, impulsada por el gigante cárnico catalán Vall Companys, que participa en el accionarado.
Antes de esta nueva denuncia y de la anulación de estas marcas, la nueva dirección de Comapa transmitió que su intención es «corregir las anteriores prácticas comerciales e implementar nuevos estándares mercantiles de acuerdo con la realidad del sector». Esta semana, la dirección ha afirmado que al eliminar las marcas busca no confundir a los clientes con los productos protegidos de Trevélez y La Alpujarra.
Facua: Comapa «parece ser reincidente» en confundir con sus jamones
En su denuncia, Facua argumenta que «Comapa comercializa otra marca de jamones que puede incitar a error al consumidor sobre el origen de dicho producto». Se trata de Altos de la Alpujarra, comercializado en Makro, un jamón que también se fabrica en un municipio que no pertenece a la región de la Alpujarra, lo que supone «una práctica comercial destinada a provocar en el consumidor una falsa creencia sobre el origen real del producto alimenticio que pretende adquirir».
Consumidores en Acción recoge la normativa europea que señala que «la información alimentaria no inducirá a error» sobre las características, origen e identidad (entre otras cosas) de un producto. Además, el reglamento de la UE dice que «la indicación del país de origen o el lugar de procedencia será obligatoria» cuando «su omisión pudiera inducir a error al consumidor en cuanto al país de origen o el lugar de procedencia real del alimento».
También incluye la denuncia leyes españolas que, a juicio de Facua, castigan el modus operandi de Comapa con estas marcas. Concluye Facua que la empresa «parece ser reincidente en la práctica de comercializar productos cárnicos cuya denominación puede causar confusión en el consumidor sobre su origen, y todo ello a pesar del procedimiento administrativo que se inició desde esta Administración pública«.