Un exdirectivo de la OMS vaticina un confinamiento domiciliario en España en 15 días

La segunda oleada de contagios amenaza con volver a sumir a España de nuevo en confinamiento domiciliario como el que el Gobierno puso en marcha en el mes de marzo. Expertos en epidemiología llevan semanas advirtiendo sobre la posibilidad de tener que paralizar de nuevo el país para contener la pandemia. El exdirectivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Rafael Bengoa ha calculado que este nuevo escenario podría llegar en apenas 15 días.

Su pronóstico no es algo que pueda pasarse por alto porque es una de las figuras que mejor conoce la gestión de la salud pública internacional. Una tarea que llevó a cabo como asesor del expresidente de Estados Unidos, Barack Obama. «Es inevitable, dentro de una o dos semanas, al ver que esto no está funcionando, ir a un confinamiento domiciliario», ha adelantado Bengoa en una entrevista en Catalunya Radio.

El especialista sanitario ha aclarado que este nuevo confinamiento no tendría que ser tan largo como el que se puso en marcha durante la primavera, que se prolongó durante más de tres meses. «Estamos hablando de un mes», ha sentenciado.

El que fuera director de Sistemas de Salud de la OMS ha apuntado a que durante ese tiempo se podría articular mejor el sistema de rastreo y seguimiento de los casos positivos de la Covid-19. Al mismo tiempo, se reduciría la presión hospitalaria que sigue aumentando constantemente desde el verano. «El confinamiento nacional va a ser la mejor medida», ha agregado.

Rafael Bengoa cuestiona la estrategia de Europa ante los rebrotes

Bengoa se ha mostrado muy crítico con la respuesta que han dado los países europeos ante la segunda oleada de contagios que se ha disparado en todo el continente. Por eso, recomienda a las instituciones que tomen como ejemplo a algunas potencias orientales que han mejorado notablemente su forma de rastrear la enfermedad. “Uno no puede dejarse pillar por la segunda oleada de la forma como nos hemos dejado pillar en Europa», ha remarcado.

El experto en salud pública ha querido desterrar la idea de que hay que salvar la Navidad porque será un momento en el que todavía no se tendrá controlada la pandemia. Una apertura generalizada del turismo y la hostelería en esas fechas podrían conducir a una oleada de rebrotes como la que ha aparecido tras la época estival.

«Si tenemos una Navidad más o menos normal, obviamente va a ser un foco de contagio, sobre todo sabiendo que se va a celebrar en espacios cerrados con poca ventilación», ha expuesto.

Los datos epidemiológicos colocan a España al borde del confinamiento

La amenaza del confinamiento se demuestra en los datos epidemiológicos que ha registrado España durante la segunda fase de la enfermedad. Es el tercer país con mayor tasa de mortalidad desde el mes de julio con una media de 15 fallecidos por cada 100.000 habitantes.

La curva de contagios se ha disparado en apenas unos días. El país ya tiene una incidencia acumulada de 485 positivos por cada 100.000 ciudadanos. Es casi el doble del umbral de riesgo extremo que ha calculado el Ministerio de Sanidad. En apenas 15 días, se han notificado más de 228.000 nuevos casos de coronavirus en los laboratorios.

El objetivo primordial de un confinamiento es el de garantizar que el sistema de salud no se colapse, como ocurrió durante la primavera, cuando se tuvieron que suspender operaciones quirúrgicas en todo el país y se empezaron a hacer consultas de atención primaria por teléfono. La ocupación de pacientes de coronavirus en la planta de los hospitales ya llega casi al 15% de su capacidad. Las camas de las unidades de cuidados intensivos están ocupadas al 26% por enfermos graves de la Covid-19.

España sigue la estela de Reino Unido y Francia

El Gobierno de Pedro Sánchez se ha resistido a aplicar el confinamiento domiciliario hasta el momento. Un paso que ya han dado otras potencias europeas como Reino Unido y Francia, que han ideado un parón de cuatro semanas para frenar la oleada de contagios de coronavirus. La fórmula española de momento solo contempla restricciones de movilidad, cierres temporales de hostelería o limitaciones de aforo.

El primer ministro británico, Boris Johnson, declaró ayer la prohibición de salir a la calle salvo por motivos justificados como acudir al puesto de trabajo, desplazarse a un centro de enseñanza o realizar la compra de algún bien de primera necesidad hasta el 3 de diciembre. En la última semana, más de 157.000 británicos han contraído la Covid-19 y 1.810 han fallecido.

Un planteamiento similar al que anunció el presidente francés, Emmanuel Macron, hace dos días. El confinamiento en Francia también será de cuatro semanas, aunque podrá revisarse en 15 días para plantear cambios si la situación epidemiológica mejora. El país galo ha sumado más de 328.000 contagios en los últimos siete días, mientras que 2.290 personas han muerto.