El Reino Unido se dispone a aplicar un confinamiento duro hasta diciembre
Borish Johnson sigue los pasos de Francia y Alemania y ultima los detalles para decretar el cierre total de Gran Bretaña durante cuatro semanas
Gran Bretaña sigue los pasos de Francia y Alemania y se prepara para decretar un confinamiento hasta diciembre después de que las restricciones zonas localizadas -especialmente al norte de Inglaterra- no tuvieran efecto. El coronavirus se extiende en la isla y este sábado ya ha superado el millón de contagios, alcanzando las 46.299 muertes, la cifra más alta de Europa.
Ante el descontrol de la pandemia, el primer ministro británico, Boris Johnson, está ultimando las nuevas restricciones que dará a conocer este lunes, según ha informado The Times. Entre ellas, el cierre total se lleva todas las papeletas, aunque con la excepción de guarderías, escuelas, universidades y tiendas esenciales. Sin embargo, todavía no han quedado definidas las nuevas medidas ya que Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen sus propias restricciones.
Esta imposición supondría un cambio de postura radical del ejecutivo británico. Hace tan solo dos semanas, y después de meses negando la necesidad de un confinamiento, Johnson aseguró que evitaría la “miseria de un encierro nacional”. No obstante, el primer ministro ha escuchado las advertencias de sus asesores: la Covid-19 se propaga con rapidez y el país podría llegar a sumar hasta más de 80.000 muertos.
Francia se decantan por el encierro domiciliario
El primer país en dar este paso fue Francia. Su presidente Emmanuel Macron, después de haber puesto en marcha varias medidas sin éxito, como el cierre de bares o el toque de queda, se decantó también por un nuevo confinamiento domiciliario durante cuatro semanas. Y es que el país galo tiene, la curva epidemiológica está disparada. El número de contagios se ha duplicado en menos de 15 días, hasta superar los 1,2 millones de infecciones totales.
Un poco más suaves fueron las restricciones en Alemania, donde Angela Merkel ha impuesto un cerrojazo a hostelería, ocio y cultura y ha prohibido el ejercicio en espacios cerrados. La canciller ha decidido imponer estas medidas para limitar a mínimos los contactos sociales y reuniones. Las restricciones entrarán en vigor el 2 de noviembre, con el objetivo de «evitar una emergencia sanitaria nacional», ante el avance de la pandemia. El acuerdo prevé compensar a las empresas afectadas por las pérdidas del cierre, estimando ese volumen respecto a lo facturado el año anterior, para lo que se prevé una partida especial de 10.000 millones de euros.
España prepara un borrador para un posible confinamiento a finales de noviembre
Tampoco España descarta seguir el ejemplo de Francia y Gran Bretaña. Los cierres perimetrales parecen insuficientes dada la rápida propagación del coronavirus en España en esta segunda ola (o la tercera ya para algunos virólogos). Comunidades autónomas como Castilla y León o Cataluña ya han pedido al Gobierno de Pedro Sánchez la vuelta al confinamiento domiciliario si la situación epidemiológica no mejora. Y aunque este viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, descartó que fuera necesario, Moncloa ya prepara un borrador que contempla la opción de pasar, al menos, un mes en casa.
Los servicios jurídicos de la Moncloa trabajan ya en un posible nuevo estado de alarma que permita activar el confinamiento domiciliario, ya que el texto actual no lo contempla. Según ha explicado el Ejecutivo, la idea es revisar las cifras a finales de noviembre -en la última semana se han notificado 857 muertes- y, si no se aprecia una mejora, será cuando se plantee confinamientos en todo el país, pero no con la misma dureza que en marzo, ha informado El Confidencial, sino que plantea un modelo similar al aplicado esta semana en Francia.