El empresariado catalán ‘aterriza’ en Madrid para lograr el pacto fiscal
Gay de Montellà mantiene el proyecto de Foment de acordar fórmulas económicas bilaterales entre Catalunya y el resto de España
Los círculos empresariales y políticos en Madrid «tienen un problema». La afirmación parte de una interpretación propia del empresariado catalán, pero también de la clase política catalana. Y es que consideran que en la capital de España, pese a los reproches y la crítica constante hacia el proyecto soberanista del Govern de Artur Mas, “no se toma demasiado en serio el desafío que propone una gran parte de la sociedad catalana”.
Y eso, claro, es un problema, porque si no se admite que debe haber una aproximación para encauzar la situación política entre Catalunya y el resto de España, pocas soluciones se encontrarán.
Eso lo sabe bien el empresariado catalán representado por la patronal Foment. Su presidente, Joaquim Gay de Montellà, ha escuchado a todos, primero a los de su propia Junta. Ha buscado complicidades y ha tratado de llegar a acuerdos. Pero también se ha distanciado cuando ha visto que algunos proyectos podían perjudicar más que beneficiar al mundo económico y empresarial. Una prueba de ello fue el llamado Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, al que Foment no se sumó, pese a suscribir un documento sobre el propio derecho a decidir que elaboró el ex presidente del Parlament, Joan Rigol.
Sector público y privado
¿Conclusión? Gay de Montellà sigue defendiendo el pacto fiscal, un acuerdo económico bilateral entre el Gobierno central y la Generalitat que permitiera una salida, y un reconocimiento de que existe, ciertamente, una financiación insuficiente de la administración catalana. Esa financiación insuficiente perjudica al sector público, pero indirectamente también al sector privado, y eso es lo que Foment quiere solventar.
Por ello, el presidente de la patronal insistirá este mismo jueves en Madrid en esa solución, ante la clase empresarial madrileña. Lo hará a través de una conferencia en el Club Siglo XXI, uno de los foros de mayor prestigio en España.
La posición de Foment es clara. La crisis económica está siendo muy dura, pero hay ya algunos indicadores, como un incipiente aumento del consumo interno, o el buen comportamiento del sector exterior, que muestran un posible crecimiento en 2014, con un vigor mayor que el pronosticado hasta ahora. Existen cuestiones, sin embargo, en las que la patronal desea incidir, como una posible reducción del número de contratos laborales, o buscar fórmulas que eviten una “excesiva judicialización” de los ERE.
Independencia de la patronal
Gay de Montellà, sin embargo, llega a Madrid con otro mensaje. Foment ha sufrido en Barcelona una crítica contundente, por parte del movimiento soberanista. El reproche es que Montellà representa un establihsment que no desea escuchar al “pueblo catalán”. Pero desde Madrid, la crítica es que la patronal no planta cara con suficiente determinación.
Y aquí aparece el difícil equilibrio por el que ha apostado Foment. Gay de Montellà defenderá el pacto fiscal, y la reforma de la Constitución si esa fórmula no es posible con el actual marco jurídico. La idea es ofrecer una alternativa, buscar un acuerdo político, y aproximar posiciones, insistiendo en que Foment ha logrado “la independencia” como institución, con el único objetivo de servir los intereses de las empresas catalanas.
El acuerdo en infraestructuras
Gay ya estuvo en Madrid, buscando ese mismo objetivo, el 23 de abril de este año. En aquel momento destacó las buenas relaciones entre la ministra de Fomento, Ana Pastor, con el conseller de Territori, Santi Vila, que habían posibilitado acuerdos en infraestructuras como la conexión ferroviaria con el Puerto.
Prueba de ese entendimiento es ahora la apuesta del Gobierno de Mariano Rajoy por el corredor mediterráneo, que Gay de Montellà defiende con convicción.
La pregunta de la consulta
El presidente de Foment llega a Madrid a una semana de la aprobación de los presupuestos de 2014 en Catalunya, y a dos semanas de que CiU y ERC acuerden la pregunta de la consulta soberanista. Este mismo miércoles Mas y Junqueras se reunieron para concretar la pregunta, después de que el presidente de ERC tratara de eliminar dudas y asegurara que los republicanos votarán los presupuestos.
Es decir, el problema existe. Se celebre o no esa consulta soberanista –el Gobierno central ya ha dejado claro que no lo permitirá– hay una parte sustancial de la población catalana que quiere votar y que defiende la independencia de Catalunya.
Gay de Montellà , por tanto, llega a Madrid no a asustar a los empresarios madrileños, pero tampoco para quitarle hierro al asunto.