Los empresarios soberanistas plantan cara a Foment
El Cercle Català de Negocis desea participar en la concentración del 14 de febrero
¿Hay un problema de representatividad en las patronales catalanas? ¿De tamaño o ideológica? El tejido empresarial, el reconocido, el que puede negociar convenios colectivos, se concentrará el 14 de febrero con un lema común Anem per feina. Foment, Fepime, la Cambra de Comerç de Barcelona, la Associació Catalana de l’Empresa Familiar y Aijec estarán presentes en Fira de Barcelona en un acto en el que pretenden unir esfuerzos para revitalizar la maltrecha economía catalana. Pero los empresarios soberanistas, organizados y agrupados en el Cercle Català de Negocis, (CCN), muy movilizados en los últimos meses, quieren marcar muy de cerca a las organizaciones patronales y plantar cara a Foment del Treball.
Consideran que esas patronales, y especialmente Foment, no representan a la mayoría del tejido empresarial catalán, basado en pequeñas y medianas empresas. Y aseguran que tratarán de impedir que el acto tenga un marcado acento político en contra del movimiento independentista.
Oligarquía española
El secretario general del Cercle Català de Negocis, Joan Canadell, insiste en que todavía no se ha tomado una decisión. “Las patronales que han organizado el acto no pueden hablar en nombre del conjunto de los empresarios catalanes, porque, en todo caso, representan a una oligarquía, a las grandes empresas, conectadas con la oligarquía española”, asegura.
Con esa apreciación, el CCN ha animado a participar a sus 700 socios y a sus 8.000 simpatizantes en el acto del 14 de febrero. ¿Se trata de boicotear el acto? Canadell insiste en que no se ha tomado ninguna medida, pero que el colectivo quiere estar presente.
Viabilidad de la independencia
Lo que ha ocurrido es que la polarización política se ha trasladado al campo empresarial, aunque el CCN no tenga una representatividad reconocida. Sus asociados, pequeñas empresas, autónomos y profesionales, están muy presentes en las redes sociales. Realizan todo tipo de estudios sobre la viabilidad económica de la independencia de Catalunya e insisten en que los empresarios deben reaccionar.
El colectivo, que preside Ramon Carner, ha reclamado a la patronal Pimec que no participe en el encuentro. El presidente de la patronal de la pequeña y mediana empresa, Josep González, ha dejado claro, en todo caso, que desea que el acto no tenga una connotación política.
Esa apreciación coincide con la del Cercle de Negocis. Es decir, según Canadell, “los empresarios representados en esas patronales pueden realizar el acto que consideren, faltaría más, pero no deben utilizarlo para ir en contra de un proyecto político concreto”. Lo que temen estos empresarios soberanistas es que el empresariado trate de frenar el movimiento independentista que ha puesto en marcha el president Artur Mas. “Ninguna patronal debe pasar por encima de la fuerza que han expresado las urnas”, aseguran en uno de sus comunicados.
El Cercle es lapidario cuando habla de Foment, la patronal que preside Joaquim Gay de Montellà. Y entiende que Foment se preocupe «sólo de los intereses de unas pocas corporaciones que ganan dinero en Madrid», pero recomienda a la patronal que «vaya interiorizando que esto se ha acabado».