El control político del concurso de RTVE sulfura a los trabajadores

Malestar creciente entre los trabajadores de Radio Televisión Española (RTVE). A la larga «interinidad» de Rosa María Mateo, la batería de ceses y nombramientos de los últimos meses, los cambios en la programación y la sangría de audiencias se ha sumado en los últimos días un nuevo dolor de cabeza: el curso que está tomando el concurso público para nombrar un nuevo consejo de administración de la corporación.

El pasado jueves, la mesa de la comisión mixta de control parlamentario de RTVE, con tres miembros del PSOE y dos del PP, decidió prescindir de la lista de veinte candidaturas finalistas a dirigir el ente público elaborada por un comité de expertos nombrado hace más de dos años por el mismo órgano. Dicho de otra forma, los veinte mejor valorados competirán en igualdad de condiciones con los 75 a los que ya habían superado.

Todos los 95 candidatos que se presentaron al concurso podrán optar a una de las diez sillas del consejo de administración de RTVE, vacío desde el verano de 2018, cuando Mateo fue nombrada como administradora única «provisional». La decisión de PSOE y PP ha disgustado al comité de expertos, que acusan «frustración» por la situación, y a los propios candidatos finalistas, que precisamente temían que esto pasase.

«El concurso de RTVE no ha servido para nada»

«El concurso no ha servido para nada», ha manifestado la también periodista de TVE, Carmen Sastre, exdirectora de contenidos informativos de la cadena pública. «¿Será que a algún partido no le gustan los seleccionados?», se ha preguntado. 

La periodista de RNE Alejandra Martínez,ha lamentado «la tendencia a repartirse RTVE como si fuera un pastel» y ha reclamado que la corporación pública sea «libre y ambiciosa».

A estas críticas se han sumado recientemente sindicatos y trabajadores reconocidos de la cadena. El hasta hace poco corresponsal de TVE en Londres, Miguel Ángel Idígoras, ha criticado que «RTVE sigue enredada en el concurso que definirá su futuro» mientras «la audiencia sigue cayendo». Y José Ramón Patterson, también recientemente destituido como corresponsal en Bruselas, ha reprochado que la elección no sea «por méritos».

«Sus señorías consideran que el criterio de paridad está por encima del de capacidad, y que es más democrático un reparto proporcional a la representación en las Cortes que la elección por méritos. Y así nos va, en esto y en todo», ha afirmado Patterson al hacerse eco de la noticia sobre el acuerdo de PSOE y PP. «Menudo insulto a la ley que ellos mismos aprobaron», ha opinado la periodista de La 2 de TVE, Gemma Soriano.

Dos sindicatos cargan contra PSOE y PP

Dos de los sindicatos con representación en RTVE se han manifestado en contra del acuerdo de PSOE y PP. CCOO se ha preguntado «por qué» han tomado esta decisión, y se ha respondido así: «el PSOE no ha encontrado entre los 19 candidatos seleccionados a una persona de su entera confianza». También ha ironizado con que los principales partidos del país casi nunca se ponen de acuerdo pero con respecto a RTVE sí.

«Estamos donde no queríamos», ha insistido CCOO, señalando que, según recoge una información de El País, tras esta decisión lo que pasará será que los grupos parlamentarios propondrán a los candidatos para la elección del consejo de administración. La central entiende que esto no es «compatible» con la ambición de hace dos años de elegir por «méritos», por la que se nombró un comité de expertos para valorar las candidaturas.

USO ha transmitido malestar por que el concurso «ha acabado en agua de borrajas» tras «dos años de paripé, jugar al despiste o ganar tiempo». Acusando a PSOE y PP de «cargarse el concurso», el sindicato ha reprochado el desprestigio a los expertos «porque no supieron hacer su trabajo tan bien como ahora lo van a hacer los políticos con sus privilegiados conocimientos, su indiscutible y reconocida experiencia, y su omnisciente dedo».

UGT celebra el «avance» del concurso de RTVE

UGT, que junto con el Sindicato Independiente conforma el bloque mayoritario de RTVE, se ha expresado en términos antagónicos a los de CCOO y USO. La central ha celebrado que el concurso público «avanza» tras haberse eliminado el cribado del comité de expertos, cuyo corte de evaluación «era ajeno a las bases de la convocatoria» y «estaba suponiendo un escollo para avanzar en un proceso que es necesario no demorar más».

Recordando que el corte de finalistas que la comisión parlamentaria de RTVE aprobó a finales de 2018 incumpliría con la ley de paridad de género del ente público, UGT ha felicitado a las Cortes por asumir su papel «para desatascar este proceso» y dejar que el consejo de administración se elija con base a las 95 candidaturas, «permitiendo a su vez la paridad en nuestros órganos de dirección».

La central ha añadido que la situación actual de la empresa pública es «insostenible», aunque no lo ha achacado a Rosa María Mateo sino precisamente a la ausencia de un consejo de administración del cual emane una presidencia, «órganos que son imprescindibles para la salud y el control de esta empresa pública». «Hay que dotar a RTVE de los órganos democráticos necesarios», concluye su nota de este lunes.

Los ‘sabios’ de RTVE denuncian una «traición flagrante»

La noticia, naturalmente, no ha sentado nada bien en el comité de expertos que durante seis meses evaluó todas las candidaturas y las calificó de acuerdo a una serie de parámetros avalados por las Cortes. En declaraciones a Economía Digital, el periodista Diego Carcedo, presidente del grupo de ‘sabios’ de RTVE, reconocía sentirse «frustrado» porque «se desperdició nuestro trabajo de manera poco explicable».

Enrique Bustamante, otro de los miembros del comité, ha tildado de «traición flagrante» el acuerdo de PSOE y PP, en declaraciones recogidas por El País. Bustamante ve en la decisión signos del «bipartidismo más pernicioso» que «sigue vivo» en el ente público, y ha vaticinado que esta resolución del concurso «causará un mayor desprestigio del servicio público y agravará la caída de RTVE».

Ese mismo periódico también dio cuenta de la opinión de algunos de los candidatos finalistas que se ven perjudicados por esta decisión. «Nos van a colgar el sambenito de ser avalados por unas siglas políticas, cuando muchos de los que nos presentamos somos totalmente independientes y ajenos a los partidos», dijo una de las aspirantes, previendo que la elección por grupos parlamentarios dañará la reputación del futuro consejo.