¿De quién son los empresarios?
El Govern de Artur Mas rechaza que la mayoría del empresariado esté en contra del proceso soberanista
Se aproxima la primavera. Los días se alargan. Las tardes ya son ahora más luminosas. Llegará el verano. Y, tras las vacaciones, la recta final para convocar la consulta soberanista, fijada para el 9 de noviembre. Eso quiere decir que las presiones y los pronunciamientos a favor y en contra de la independencia de Catalunya se incrementarán en los próximos meses. Al margen de si esa consulta se podrá convocar o no, el debate ya se ha iniciado sobre el fondo de la cuestión, y se prevé que se instale durante mucho tiempo. Por ello, la batalla por conseguir el apoyo de los empresarios es determinante. ¿Pero de quién son los empresarios?
El conseller de Presidència, Francesc Homs, reclamó este martes que se reconozca la pluralidad de ese empresariado, aunque sus representantes, las direcciones de las patronales, hayan manifestado una gran distancia con el llamado “proceso soberanista”.
La posición de la gran patronal
Foment del Treball, la gran patronal que preside Joaquim Gay de Montellà, integrada en la CEOE que dirige Juan Rosell, representa a las empresas más grandes de Catalunya, pero también tiene en su seno a pequeñas y medianas empresas. Foment es la responsable de firmar los convenios colectivos con los sindicatos. Por tanto, es representativa de ese mundo emprarial catalán, que desea la menor incertidumbre posible, que piensa en el mercado interno español, y que desearía un acuerdo político con el Gobierno central que no implicara una polarización de la sociedad catalana.
Pero es cierto que Foment no engloba a todo el sector empresarial, como ha repetido una y otra vez en los últimos meses el Cercle Català de Negocios. Pero tampoco, –como lo ha reducido el movimiento independentista– es el reducto de un establishment empresarial, de una elite que no desea que se pronuncie “el pueblo catalán”.
Todos estos matices son necesarios antes de que se entre en una gran batalla política. Homs insistió en que, de hecho, nadie votará como un colectivo si se convoca una consulta. “Será un voto personal, a partir de la conciencia de cada uno, un voto secreto como ciudadano frente a la urna”, aseguró.
Sólo el 9% de las pymes exporta
Sin embargo, lo que digan los empresarios puede ser determinante. Si CiU y ERC han decidido, en los dos últimos años, que uno de los grandes argumentos para abandonar España es el supuesto “expolio” económico, entonces la voz de los empresarios será clave para convencer a los ciudadanos que todavía duden y que se muevan por criterios económicos.
El flanco, por tanto, de las patronales estaría perdido para la causa independentista. Pero el Govern insiste en que hay otros empresarios. Y es cierto que el 90% de las empresas catalanas son de un tamaño pequeño o mediano. El 68% de las empresas catalanas son familiares. Pero sólo el 9% de las pymes vende en el extranjero, según el décimo anuario del año pasado de la patronal Pimec
No es, por tanto, un porcentaje importante, pese a los esfuerzos realizados en los últimos años. La gran empresa, la multinacional, sigue aportando el mayor valor a la economía catalana. Empresas como Seat, Nissan, Roca, Mango, Puig, Grifols, Torraspapel, Werfen Life Group o Laboratorios Esteve concentran un 20% de las exportaciones catalanas.
La posición de Pimec, como ICV
En cualquier caso, existen otras patronales, al margen de Foment. La gran patronal de la pequeña y mediana empresa es Pimec, que dirige Josep González. Sus asociados no tienen reparos en apostar por un proceso independentista. Por lo menos, existe un gran consenso en defender el derecho a decidir, en permitir una consulta soberanista, que llevara, después, a una negociación con el Gobierno central. La posición de Pimec, aseguran fuentes empresariales, se asemeja a la de ICV. Proclives al derecho a decidir, y, después, ya se verá. Hay muchas opciones entre ese pequeño y mediano empresario.
La otra patronal que agrupa a ese colectivo es Cecot, una territorial integrada en Foment, pero con una gran actividad, concentrada en el Vallès. En Cecot existe en estos momentos una situación de plena ebullición. “Hay muchos empresarios que han perdido viejos temores, y quieren cambios, no temen lo que pueda pasar, quieren la consulta y seguir adelante”, aseguran fuentes de la patronal. En Pimec y en Cecot, el Govern de CiU tiene un caldo de cultivo favorable.
“Para salir de todo este atolladero, para saber qué piensa cada uno, hay que votar”, sentencia Homs.
Joan Font, el hombre de moda
¿Quién pesará más, quién incidirá más en los próximos meses? El dueño de Bonpreu, Joan Font, uno de los miembros de Femcat que aportó dinero propio en el proyecto frustrado de Spanair, no ha tenido problemas en reivindicarse como independentista, y en rechazar las posibles directrices de La Caixa, o de Banc Sabadell, que siguen distanciados del llamado proceso.
Font es el hombre, ahora, de moda en el Govern de CiU. Pero Mas sabe que debería contar también con la patronal Foment, con esas empresas que aportan mucho valor a Catalunya.