El Gobierno sondea la posibilidad de impedir salidas a por la compra
Pese a que el confinamiento español es uno de los más duros del mundo, el 58% de los ciudadanos vería bien una reclusión más radical, según el CIS
El Gobierno de Pedro Sánchez asegura que ya trabaja en el diseño del plan de desconfinamiento para cuando se dé por superado el pico de expansión del coronavirus, aunque se ha reservado los detalles y no ha concretado ninguna fecha. De hecho, se espera que antes de que acabe la segunda prórroga del estado de alarma (vigente hasta el 26 de abril), el Ejecutivo vuelva a solicitar una tercera ampliación que alargaría el confinamiento hasta casi mediados de mayo.
La mayoría de los españoles (el 58,3%) cree que las medidas ordenadas hasta ahora —solo permitir la salida de los hogares para ir a hacer la compra, a la farmacia o al trabajo en caso no poder teletrabajar— son suficientes para evitar que la ciudadanía salga a la calle y se altere la propagación de la Covid-19, según el barómetro de abril del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizado durante el estado de alarma, entre el 30 de marzo y el 7 de abril.
Extrañamente, el CIS también ha preguntado a los españoles si están de acuerdo con que en España no se permita salir a la calle ni para comprar medicinas o alimentos, que personal especializado llevaría a las casas. La encuesta pone como ejemplo China por el duro confinamiento de la ciudad de Wuhan. Si bien en algunas partes de China se pidió a los residentes ordenar estas compras a través de plataformas de mensajeros, no sucedió en todo el país.
Los encuestados, sorprendentemente, han manifestado estar de acuerdo con no permitir la salida de los hogares (el 57,7% está a favor y el 38,6% en contra), pese a que en la pregunta anterior casi el mismo porcentaje de españoles consideraron innecesaria una escalada de las medidas actuales. Como dato adicional, el 93,5% cree que la mayoría de los ciudadanos está dando un ejemplo de civismo y solidaridad en la forma de afrontar las medidas contra la pandemia.
Sánchez decretó el estado de alarma tras un barómetro del CIS
En la breve historia de la crisis del coronavirus, Sánchez ha tomado decisiones relativas a las medidas contra la pandemia precisamente después de concluirse el trabajo de campo de una encuesta del CIS. Sucedió hace un mes, el 14 de marzo, cuando el presidente decretó el estado de alarma nada más transcurrir un día desde que el CIS concluyera un sondeo que certificaba que la mayoría pedía medidas sanitarias estrictas y suspender todas las grandes aglomeraciones.
El Gobierno decidirá esta semana si prorroga otra vez el estado de alarma, y en qué términos. Una de las discusiones más señaladas es la de si relajar levemente el confinamiento o mantenerlo igual. Incrementarlo no ha sido aún un tema sobre la mesa, al menos en público. Se rumorea que la extensión podría avalar permisos para sacar a los niños o hacer ejercicio. Los expertos, alega Moncloa, tienen la última palabra, siempre en función de la evolución de la pandemia.
Sin centrarse únicamente en el confinamiento, los científicos siguen acumulando razones para advertir de que el distanciamiento social será necesario durante mucho más tiempo, al menos hasta que haya una vacuna o un tratamiento. Investigadores de Harvard avisaron justo esta semana que las medidas de distanciamiento podrían prolongarse hasta 2022 y que si se relajan las medidas existe el riesgo de que las cifras de contagios y muertos se vuelvan a disparar.
Por su parte, la Comisión Europea ha presentado este miércoles una serie de pautas orientativas para recuperar gradualmente la normalidad en los países miembros, señalando que si no se toman precauciones acertadas es imposible negar el peligro de que la pandemia se vuelva a descontrolar. El Ejecutivo europeo habla de tres elementos básicos antes del desconfinamiento: reducción significativa de la propagación del virus, instalaciones sanitarias oxigenadas, y test masivos y rastreo por móviles para supervisar la evolución de la pandemia.
El CIS pregunta por la libertad de información
Otras de las preguntas controvertidas que recoge el último barómetro del CIS es sobre la libertad de información.
La interrogante era esta: «¿Cree usted que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?».
Desde luego, la introducción de esta pregunta en el cuestionario ha hecho saltar las alarmas sobre una posible actitud censora del Ejecutivo español, toda vez que en los últimos días Moncloa ha anunciado una persecución de bulos y desinformación que, pese a la importancia, no deja de ser un asunto complejo si se pone en manos de un Gobierno.
Lo más impactante es que, a la pregunta polémica del CIS sobre la libertad de información, el 66,7% de los españoles encuestados respondió afirmativamente, considerando que es necesario «restringir y controlar las informaciones, estableciendo solo una fuente oficial de información».